Jaguar y Altilium probarán baterías de vehículos eléctricos fabricadas con materiales reciclados

Alberto Noriega     2 octubre 2024     5 min.
Jaguar y Altilium probarán baterías de vehículos eléctricos fabricadas con materiales reciclados

Jaguar Land Rover y Altilium reciclarán baterías de vehículos eléctricos para reducir emisiones y cumplir con los requisitos de reciclaje en la UE.

El auge de los vehículos eléctricos (EV) ha puesto de relieve un desafío crucial: cómo gestionar las baterías al final de su vida útil. Las baterías de iones de litio, esenciales para los coches eléctricos, contienen minerales valiosos como el litio, el cobalto y el níquel, cuya extracción es costosa y ambientalmente problemática. Jaguar Land Rover (JLR) y la empresa de reciclaje Altilium han dado un paso decisivo al abordar este problema con un proyecto piloto que tiene como objetivo reciclar materiales de baterías de Jaguar i-Pace usadas para producir nuevas celdas que se probarán en vehículos eléctricos futuros.

Reciclaje de baterías: una solución al desafío de los vehículos eléctricos

El proyecto, respaldado parcialmente por Tata Motors y la Advanced Propulsion Centre del Reino Unido, busca demostrar que es posible la producción de baterías recicladas a gran escala. A lo largo del próximo año, los materiales activos del cátodo extraídos de baterías usadas se utilizarán para crear nuevas celdas que, si son exitosas, podrían convertirse en una opción viable para la industria automotriz. Esta iniciativa no solo pretende reducir la dependencia de minerales recién extraídos, sino también ayudar a JLR a cumplir con los futuros requisitos regulatorios de la Unión Europea sobre contenido reciclado en baterías de EV. A partir de 2031, se exigirá que las baterías nuevas vendidas en la UE incluyan al menos un 6% de litio reciclado, 6% de níquel reciclado y 16% de cobalto reciclado, cifras que aumentarán significativamente en 2036.

Competencia global y la carrera por los minerales reciclados

La necesidad de reciclar baterías no es solo un imperativo ambiental, sino también un asunto geopolítico. Actualmente, China domina el mercado mundial de procesamiento y reciclaje de minerales utilizados en baterías, lo que ha provocado que otros países busquen alternativas para reducir su dependencia. El reciclaje de baterías se ha convertido en una oportunidad estratégica para contrarrestar este dominio y asegurar un suministro estable de minerales críticos para la fabricación de coches eléctricos.

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Altilium ha desarrollado un proceso que, según la empresa, puede reducir en un 60% las emisiones de carbono asociadas con la producción de nuevas baterías al disminuir la necesidad de extracción de minerales. Este enfoque no solo alinea a JLR y Altilium con los objetivos climáticos internacionales, sino que también les otorga una ventaja competitiva en un mercado donde el control de los recursos es cada vez más vital.

Este proyecto es parte de un esfuerzo más amplio por parte de los fabricantes de automóviles y los proveedores de baterías para cumplir con las regulaciones que promueven la sostenibilidad y la circularidad en la industria.

Un paso hacia la economía circular en la industria automotriz

El reciclaje de baterías es un elemento clave dentro de la transición hacia una economía circular en la industria automotriz, donde los materiales se reutilizan para reducir el desperdicio y las emisiones de carbono. Jaguar Land Rover y Altilium están posicionando su proyecto piloto como un modelo a seguir para una nueva generación de baterías de vehículos eléctricos (EV) más sostenibles. Este proyecto es crucial en un contexto donde el acceso a recursos minerales como el litio, cobalto y níquel se está volviendo más competitivo, y las normativas exigen que las empresas reduzcan su huella ambiental.

Según Altilium, el uso de baterías recicladas puede no solo cumplir con las futuras normativas de la Unión Europea, sino también reducir significativamente el impacto de la extracción minera, que conlleva altos costos ambientales y sociales. La extracción de litio, por ejemplo, consume grandes cantidades de agua y puede afectar ecosistemas frágiles, especialmente en regiones como Sudamérica, donde se encuentra una parte significativa de las reservas mundiales. Al recuperar estos materiales de baterías usadas, las empresas no solo reducen su dependencia de nuevas extracciones, sino que también disminuyen los costos asociados con el transporte y procesamiento de minerales desde lugares remotos.

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El respaldo financiero y el impulso de las energías sostenibles

El proyecto de reciclaje de baterías entre JLR y Altilium no está exento de apoyo financiero. Una inversión significativa proviene de SQM Lithium Ventures, el brazo de capital de riesgo de la chilena Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), el segundo mayor productor mundial de litio. SQM ha invertido $12 millones en Altilium, en parte como respuesta a la creciente demanda de litio reciclado que reduce la presión sobre las fuentes vírgenes. Esta alianza refuerza la importancia de la colaboración entre empresas tecnológicas y mineras para cerrar el ciclo de vida de las baterías y promover soluciones más sostenibles en la cadena de suministro.

La integración de baterías recicladas en nuevos vehículos eléctricos también tiene el potencial de reducir los costos de producción a largo plazo, lo que podría hacer que los EV sean más accesibles para un mercado más amplio. Aunque actualmente los EV suelen tener precios superiores a los de los vehículos tradicionales, iniciativas como la de JLR y Altilium demuestran que la sostenibilidad y la economía pueden ir de la mano, beneficiando tanto a los fabricantes como a los consumidores.

A medida que el proyecto avance en los próximos meses, se espera que demuestre cómo la tecnología de reciclaje de baterías puede implementarse a mayor escala, ayudando a JLR y otras empresas a cumplir con las metas de reducción de carbono y a fortalecer su posición en un mercado global cada vez más competitivo.

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