Líderes de la COP29 desvelan los objetivos de financiación para el clima y el almacenamiento de energía
Líderes de la COP29 proponen nuevos objetivos de financiamiento climático y expansión del almacenamiento energético antes de la cumbre en noviembre.
A dos meses de la COP29, Azerbaiyán ha delineado sus metas clave para la cumbre climática, enfocadas en fijar un nuevo objetivo de financiamiento climático y aumentar la capacidad global de almacenamiento de energía. La presidencia de la COP29, liderada por Mukhtar Babayev, busca que los países ricos contribuyan más para ayudar a las naciones en desarrollo a reducir sus emisiones. Babayev también presentó iniciativas secundarias para movilizar fondos y compromisos voluntarios, con el objetivo de superar los bloqueos en las negociaciones formales.
Nuevas metas de financiamiento para el clima
El financiamiento es el tema central en la agenda de la COP29, con un enfoque particular en cómo los países más ricos deben ayudar a las naciones en desarrollo a combatir y adaptarse al cambio climático. Durante las negociaciones previas a la cumbre, el principal desafío ha sido alcanzar un acuerdo sobre un nuevo objetivo de financiamiento. Los países en desarrollo han insistido en que, sin un aumento sustancial en la ayuda financiera, no podrán cumplir con sus compromisos de reducción de emisiones. Para ellos, el financiamiento es clave no solo para mitigar el cambio climático, sino también para enfrentar desastres naturales exacerbados por el calentamiento global, como inundaciones y sequías.
Mukhtar Babayev, presidente de la COP29 y ministro de ecología de Azerbaiyán, ha presentado varias iniciativas fuera del marco de negociación oficial para mantener el impulso. Estas incluyen fondos voluntarios de países y empresas productoras de combustibles fósiles, destinados a apoyar tanto al sector público como al privado en la lucha contra los efectos del cambio climático. Este tipo de acciones paralelas buscan evitar los obstáculos habituales que entorpecen los acuerdos internacionales, permitiendo a los países colaborar sin la necesidad de consenso formal. Según Babayev, la idea es aprovechar “el poder de convocatoria de la COP y las capacidades nacionales” para avanzar en estos temas urgentes.
El almacenamiento de energía, la nueva frontera
Además del financiamiento, otra prioridad clave de la COP29 será aumentar la capacidad de almacenamiento de energía a nivel global. Con el compromiso de triplicar la capacidad de energías renovables para 2030 establecido en la COP28, la atención se ha desplazado hacia cómo almacenar eficientemente esa energía para garantizar una transición energética estable. La presidencia de la COP29 propone un ambicioso plan para incrementar seis veces la capacidad de almacenamiento de energía, con el objetivo de alcanzar 1.500 gigavatios en 2030. Este esfuerzo también implicaría la mejora de infraestructuras energéticas, con la construcción o renovación de más de 80 millones de kilómetros de redes eléctricas para 2040.
La falta de almacenamiento adecuado ha sido uno de los mayores obstáculos para la integración masiva de energías renovables. La electricidad generada por fuentes solares o eólicas es intermitente, lo que dificulta su uso constante si no se cuenta con tecnologías eficientes para almacenar ese excedente energético. A medida que más países se comprometen a reducir sus emisiones, la capacidad de almacenar energía de manera efectiva se vuelve un pilar fundamental para sostener la transición energética. La COP29 buscará compromisos financieros y tecnológicos para hacer frente a este desafío, lo que incluye incentivar la inversión en redes eléctricas más robustas y almacenamiento de última generación.
Hidrógeno limpio: una apuesta global
Otra de las propuestas clave para la COP29 es el desarrollo de un mercado global para el hidrógeno limpio, una tecnología emergente que promete reducir la dependencia de los combustibles fósiles y facilitar la transición hacia una economía baja en carbono. El hidrógeno verde, producido a partir de energías renovables, se ha destacado como una solución potencialmente revolucionaria, especialmente en sectores industriales que son difíciles de descarbonizar, como el transporte pesado y la producción de acero. Sin embargo, su adopción masiva enfrenta barreras regulatorias, tecnológicas y financieras que limitan su expansión.
Durante la cumbre de noviembre, los líderes mundiales buscarán acuerdos para eliminar estos obstáculos. Mukhtar Babayev ha propuesto que las naciones colaboren para crear un marco regulatorio global que unifique los estándares para la producción y el comercio de hidrógeno limpio, lo que facilitaría su despliegue a nivel internacional. Este mercado global podría no solo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también generar nuevos empleos y oportunidades económicas en sectores clave de la transición energética. Los compromisos para financiar e impulsar la infraestructura necesaria para el hidrógeno, como redes de distribución y plantas de producción, también estarán sobre la mesa durante la COP29.
El llamado a una «tregua climática»
En medio de las tensiones geopolíticas y los desafíos derivados de los conflictos en diversas regiones, los líderes de la COP29 han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para declarar una «tregua climática», en la que las naciones prioricen la acción climática por encima de las disputas políticas. Esta declaración, inspirada en los ideales de paz y cooperación global, busca que los gobiernos trabajen juntos para hacer frente a los efectos devastadores del cambio climático, que continúan empeorando año tras año.
A pesar de los compromisos previos, las emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles alcanzaron niveles récord en 2023, y el planeta ha experimentado el verano más caluroso de la historia, con temperaturas sin precedentes en varias regiones. Ante estos hechos, la COP29 intentará no solo alcanzar acuerdos ambiciosos, sino también resaltar la urgencia de una acción colectiva que trascienda las fronteras y los intereses particulares. Para Babayev, esta tregua no es simplemente un gesto simbólico, sino una oportunidad para que los líderes globales se comprometan a tomar medidas más firmes y decisivas frente a la crisis climática que afecta a todas las naciones sin excepción.
Comentarios cerrados