El Lotus Evija se apodera del circuito de Hethel
El primer prototipo de pruebas del Lotus Evija debuta en circuito
Se hace el silencio, se abre la persiana del box donde se guarda al que pudiera ser el coche más importante de Lotus en lo que va de siglo y sale a pista un vehículo totalmente cubierto por una librea que no puede ocultar que se trata del Lotus Evija.
El silencio se mantiene a pesar de que el flamante hiperdeportivo eléctrico afronta los primeros metros de la pista de pruebas y desarrollo de la firma británica en Hethel, localidad donde se ubican las instalaciones de Lotus.
El Lotus Evija completa una tras otra y tras otra vuelta a las 2,2 millas (3,450 kilómetros) bajo los estándares de la FIA de técnicas curvas, horquillas de cambian la dirección de la trazada y desafiantes rectas en los que se ponen a prueba y se ajustan los deportivos de la marca y, también, donde los seguidores de Lotus pueden disfrutar en los track days que se celebran o en las actividades del Lotus Academy Driving.
En cualquier caso, el segundo de los Lotus Evija construidos ya ha hecho suyo el asfalto de la pista local y ha demostrado que, con sus 2.000 CV de potencia, no hay coche fabricado por Lotus más potente y rápido que él.
Y es que poniendo todo de su parte, la firma británica ha puesto sobre el tapete de los hiperdeportivos del mañana un coche que pretende ser el referente entre los coches eléctricos más potentes y excitantes del momento y de los próximos años ya que, debido a que aún no ha entrado en producción, las primeras unidades que no estarán disponibles hasta 2021 ya que el coche entrará en fase de producción en 2020.
Son durante la realización de estos test previos a su fabricación donde la ingeniería de la teoría se transforma en la dinámica sobre la pista y se puede evaluar lo que sobre el papel debería llevarse a cabo en el asfalto.
Del circuito a la fábrica y a pista de nuevo
Unas pruebas que no solo pondrán a la pista «de casa» como coprotagonista de la actividad de los nuevos prototipos del Lotus Evija sino que rodarán por otros circuitos del mundo y carreteras ordinarias donde afinar los coches hacia la versión definitiva que entre en producción.
Más en un coche tan trascendental para Lotus, el encargado de demostrar que la transición hacia la era de la industria de la automoción también es factible para una marca vinculada no solo a la competición sino a los coches de producción cuya máxima ha sido la extracción del máximo partido de unos chasis y unas carrocerías esculpidas con el máximo esmero asociados a motores que, casi siempre, salvo excepciones, han sido fabricados por constructores externos.
Algo que tampoco sucederá en este nuevo coche ya que contará con un equipo eléctrico desarrollado en conjunto gracias al acuerdo con otro especialista en crear piezas de orfebrería automovilística y competición Williams en su departamento como Williams Advanced Engineering.
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