La lucha por el clima y la economía: El papel crucial de los mercados de carbono
Analizamos cómo los mercados de carbono son una herramienta clave contra el cambio climático, y su impacto en la estrategia de Net Zero.
En la búsqueda de soluciones efectivas para combatir el cambio climático, los mercados de carbono emergen como una opción prometedora pero a menudo subestimada. A medida que más empresas se comprometen a alcanzar cero emisiones netas, es crucial facilitar la compensación de emisiones. Con los mercados de carbono operando como mecanismos de compensación para emisiones residuales e inevitables, y los mercados voluntarios asumiendo un papel cada vez más importante en la captura del 80% de emisiones no cubiertas por los mercados de cumplimiento, se plantea un futuro donde la regulación y la innovación convergen para un planeta más saludable.
Los mercados de carbono en la lucha contra el cambio climático
Los mercados de carbono son esenciales en la estrategia global para combatir el cambio climático. Estos mercados deben funcionar como un mecanismo de compensación para empresas con emisiones residuales inevitables. Los mercados voluntarios, en particular, jugarán un papel crucial en la captura del 80% de las emisiones que actualmente no están cubiertas por los mercados de cumplimiento.
Desde la Revolución Industrial, los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera han aumentado en un 50%, pasando de 278 partes por millón (ppm) a 417 ppm. Este aumento ha llevado a un incremento de la temperatura promedio de 1.1°C desde 1750. Para limitar el calentamiento global a 1.5°C, es vital tratar las emisiones como un recurso limitado y establecer un verdadero mercado para ellas, donde la oferta y la demanda determinen el precio óptimo. Si el costo del carbono es suficientemente punitivo, se incentivará la adopción de nuevas tecnologías y se adaptarán los comportamientos y decisiones comerciales.
El estado actual de los mercados de carbono
Actualmente, los mercados de carbono cubren aproximadamente el 20% de las emisiones globales, con un enfoque significativo en Europa y la creciente participación de China. Estos mercados se dividen en mercados regulados por el estado y mercados voluntarios, donde las empresas pueden comprar «compensaciones» de créditos de carbono de esquemas que evitan o absorben el carbono.
Sin embargo, las emisiones de carbono están valoradas muy por debajo de los niveles necesarios para impulsar un cambio significativo. El precio promedio en los mercados voluntarios es generalmente inferior a $10 por tonelada, mientras que el Banco Mundial sugiere un precio de $100 por tonelada de CO2 emitido para alinearse con el costo del cambio climático para la sociedad.
Artículo 6: La última pieza del rompecabezas
El Artículo 6, completado durante la cumbre COP26 en Glasgow, estableció protocolos para el comercio de compensaciones de carbono, evitando la doble contabilización y logrando una reducción general en las emisiones. Aunque COP se enfoca en resultados nacionales, también existen complejidades en cuanto a los intereses nacionales y corporativos en el uso de compensaciones.
Desafíos y presiones sociales
Es crucial entender que los mecanismos de precios de carbono actúan en última instancia como impuestos, los cuales pueden ser regresivos para la sociedad. Por lo tanto, es necesario un diseño cuidadoso que incluya ajustes sociales, asegurando que el propósito del impuesto al carbono sea cambiar comportamientos, no simplemente recaudar ingresos fiscales.
Los mercados de carbono actuales enfrentan desafíos como estructuras de mercado parciales, falta de interconectividad y problemas de credibilidad, lo que puede llevar a resultados subóptimos, incluyendo la compra de créditos de carbono de baja calidad y bajo precio. Para mejorar nuestras posibilidades de alcanzar cero emisiones netas, el mundo debe avanzar rápidamente hacia mercados de carbono integrados y significativos.
Camino hacia una economía baja en carbono
Los mercados de carbono representan una pieza fundamental en el complejo rompecabezas del cambio climático. Su desarrollo y perfeccionamiento son clave para transitar hacia una economía baja en carbono. La correcta implementación y regulación de estos mercados pueden catalizar cambios significativos en la manera en que las empresas y las sociedades manejan sus emisiones de carbono. Al establecer un precio justo y efectivo para el carbono, se crea un poderoso incentivo económico para la reducción de emisiones y la adopción de tecnologías más limpias.
El reto es grande, pero el potencial de los mercados de carbono para contribuir a un futuro más sostenible y saludable para el planeta es innegable. Su éxito dependerá de la colaboración entre gobiernos, empresas y la sociedad civil, así como de un compromiso firme con la transparencia, la equidad y la eficiencia en su gestión. Los mercados de carbono no son solo un instrumento económico; son un paso esencial hacia un mundo más verde y próspero.
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