¿Cómo es el mantenimiento de un coche eléctrico?
¿Cómo es el mantenimiento de un coche eléctrico? Pues aunque parezca increíble, es más sencillo que el de un coche de combustión convencional.
Seguro que más de una vez te has parado a pensar en cómo sería tener y mantener un coche eléctrico. Hace unos días te contamos cuánto cuesta el mantenimiento de un eléctrico, pero… ¿cómo se debe mantener?
Antes de nada, es importante resaltar que los coches eléctricos son menos complejos mecánicamente y poseen menos piezas móviles, por lo que su mantenimiento es mucho menor. Como se debe tener en cuenta, antes de lanzarse a la compra de un vehículo nuevo se debe tener en cuenta muchos factores; entre ellos el mantenimiento, aunque también depende el coste del combustible, el seguro, los impuestos, etc.
Aunque son muchos los fabricantes que están apostando por la creación de nuevos coches eléctricos, su precio en el mercado aún es algo más alto que si se compara con un coche de combustión convencional. Sin embargo, si nos basamos en el coste operativo, el coche eléctrico puede llegar a tener muchas ventajas. El coste por kilómetro, las bonificaciones de los ayuntamientos o la facilidad de aparcamiento en las ciudades también tienen mucho que ver en la decisión.
¿Cómo se debe mantener un coche eléctrico?
Es importante tener en cuenta que un coche eléctrico es mucho más simple que uno de combustión por lo que cuenta con menos piezas que se mueven y giran de forma coordinada. Además, éstas están sometidas a desgaste y a altas temperaturas.
Y en cada uno de los sistemas y subsistemas que incorpora dicho motor, como el sistema de engrase, encendido, alimentación, refrigeración, admisión, escape, culata, bloque, etc., el número de elementos que lo forman, se multiplica en número en comparación al eléctrico. Así, por ejemplo, si tomamos un motor eléctrico por partes, veremos que incorpora básicamente un rotor, un estátor, un soporte, cojinetes y unas tapas de cierre.
La mayoría de las piezas con las que cuenta el sistema de tracción de un coche eléctrico no están sujetas a desgaste ni a altas temperaturas, por lo que su mantenimiento es mucho más sencillo o directamente, no existe. No cuenta, tampoco, con piezas como el embrague, la caja de cambios, la correa de distribución, por citar algunas de los más habituales. Por otro lado, los motores eléctricos tampoco tienen filtros ni aceite, uno de los mantenimientos periódicos más habituales de los coches de combustión.
Ante esta simplicidad mecánica, las averías potenciales y el mantenimiento de un coche eléctrico va a ser menor que el de uno de combustión.
El mantenimiento que se debe realizar a los coches eléctricos pasa por el servicio de inspección, el cambio del filtro del habitáculo, el cambio del líquido de frenos, el cambio de las escobillas del limpiaparabrisas, el cambio de neumáticos, el cambio de pastillas de freno, el cambio de discos de freno, el cambio de la batería de 12V y el cambio de amortiguadores.
Hay que tener en cuenta que las pastillas y los discos de freno, a pesar de que se trata de un elemento sujeto a desgaste, la frenada regenerativa disponible en los coches eléctricos permite retrasar su desgaste. En definitiva, cuando hablamos de un coche eléctrico hablamos de un automóvil que utiliza un sistema de tracción más sencillo y con componentes que han sido ampliamente utilizados industrialmente. Por eso, podemos prever que si su utilización es correcta, el mantenimiento de un coche eléctrico también será menor.
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