Mantenimiento de un coche eléctrico, ¿cuánto cuesta?
¿Cuánto cuesta mantener un coche eléctrico? Este tipo de vehículos están exentos de los cambios de aceite y filtros tan habituales en los coches de combustión interna.
Cada vez son más los conductores que tienen en cuenta a los coches eléctricos y es que, aunque según el estudio de JD Power en el que se asegura que los consumidores no confían al 100% en los coches completamente autónomos y eléctricos, las cifras de las matriculaciones en nuestro país no engañan.
El coche eléctrico tiene como objetivo sustituir a los coches de combustión tradicionales en un futuro no muy lejano y es que cada vez más personas están interesadas en las ventajas que ofrecen este tipo de automóviles en el día a día. Hoy nos vamos a centrar en el mantenimiento de los coches eléctricos, ¿cuánto cuesta?
Por todos es sabido que se suele decir que los coches eléctricos son más fáciles y baratos de mantener debido a la ausencia de muchos de los componentes con los que cuentan los coches de combustión interna. Un motor electrificado tiene muchas piezas móviles y eso desemboca en una menor existencia de averías a nivel mecánico.
Mantener un coche eléctrico, ¿qué cuesta?
En este tipo de vehículos no hay que hacer cambios de aceite, de bujías, filtros de aceite ni de aire. Esto significa que el mantenimiento clásico de aceite y filtros no se llevará a cabo en un coche eléctrico, pero sí se tendrá que seguir realizando la sustitución de frenos, amortiguadores, alinear la dirección o sustituir las escobillas del limpiaparabrisas.
Estas operaciones son comunes a todos los coches que existen en la actualidad y en el coche eléctrico serán necesarias al cabo de un tiempo o kilometraje estipulado por el fabricante. En cambio si que se deberán realizar cambios de neumáticos y cuidar el desgaste de los frenos.
El sistema de frenos, gracias a la frenada regenerativa con la que cuenta los coches eléctricos, en muchas ocasiones no hará falta su sustitución hasta que el coche haya recorrido, en muchos casos, varios cientos de miles de kilómetros. Existen casos en los que hay coches eléctricos en circulación con más de 300.000 km y las pastillas y disco de freno de serie, algo que es posible debido al uso del coche eléctrico dedicado sobre todo a entornos urbanos de baja velocidad donde se puede conducir en muchas ocasiones usando únicamente el pedal del acelerador.
No hay que olvidar que algunos coches eléctricos cuentan con refrigeración activa por líquido de sus sistemas eléctricos, gracias al cual se mantienen en temperaturas óptimas los motores eléctricos, baterías e inversores. Es un sistema que logra mejor su objetivo que una refrigeración pasiva por aire. Este líquido, en algunos modelos, habrá que controlarlo en las revisiones y sustituir por completo si es necesario para garantizar una refrigeración adecuada.
A la hora de llevar el coche a un taller o servicio oficial, se deberá tener en cuenta las recomendaciones del fabricante, normalmente, en este tipo de coches suele ser cada dos años. Se incluye una inspección, niveles, presiones, líquido de frenos y sustitución del filtro del habitáculo. Suele tener un precio que se aproxime a los 150 euros.
En cuanto a la ITV se refiere, tendrá un coste de alrededor de 40 euros pero todo dependerá de la comunidad en la que se resida y la estación elegida. Hay que tener en cuenta que a los coches eléctricos no se les puede realizar la prueba de emisiones ni ruidos.
En definitiva, decidir adquirir y ser propietario de un coche eléctrico supone un gran ahorro económico en cuanto al mantenimiento se refiere. Únicamente se tendrán que abonar las revisiones que estipule el fabricante y la ITV a partir de los cuatro primeros años en el caso de tratarse de un vehículo nuevo. El resto de componentes, se tendrán que ir cambiando según vaya pasando el tiempo y los kilómetros. Aun así, el mantenimiento de este tipo de vehículos es más asequible que el de un coche de combustión equivalente.
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