Maserati considera que la carga rápida de los eléctricos es un lastre
Pasar menos tiempo en el punto de carga tiene como contrapartida un mayor peso del vehículo y un peor comportamiento en carretera
2023 es el año en el que el primer eléctrico de Maserati llegará al mercado. El Gran Turismo Folgore, sobre el que ya hemos hablado en anteriores ocasiones, cuenta con una arquitectura de 800 V que le permite realizar cargas rápidas a una potencia de hasta 270 kW. Bueno, o al menos eso era lo que creíamos, porque el fabricante italiano podría finalmente echarse otra cuenta.
Según un reciente reporte publicado en los medios británicos, en Maserati verían con buenos ojos comercializar su primer eléctrico con una potencia de carga inferior a la prevista en un primer momento, a cambio de lograr una reducción en el peso y coste del vehículo.
Ana Paola Reginatto, Jefa Global de la División de Movilidad Eléctrica de Maserati, cree que la gran mayoría de los vehículos eléctricos pasan mucho más tiempo estacionados que en movimiento, por lo que una carga más lenta es una solución adecuada. Así mismo, considera que actualmente la mayoría de los conductores que adquiren un vehículo eléctrico se fijan en su autonomía máxima, a la que probablemente únicamente sacarán partido una vez al año en las vacaciones de verano. Un posicionamiento que, en su opinión, acabará cambiando con el tiempo.
Seguramente nunca habías tenido ésto en cuenta
Reginatto ha explicado que el cargador interno de un vehículo eléctrico puede llegar a pesar 40 kg, mientas que el departamento de ingenieria de una marca como Maserati puede estar invirtiendo decenas de millones de euros en reducir unos pocos kilogramos el peso de un vehículo en desarrollo. Lograr un cambio en las actitudes de los compradores puede traer grandes beneficios, asegura.
Por otro lado, Reginatto considera que en la era de la electrificación será más fácil para Maserati desarrollar vehículos realmente rápidos, pero su comercialización será incluso más complicada. La compañía espera que alrededor del 60 por ciento de sus futuros clientes serán completamente nuevos, y no habrán tenido ningún tipo de relación con la marca en el pasado.
En definitiva, Maserati se enfrenta a un cambio radical según vaya avanzando la transición hacia la movilidad eléctrica de la marca, y en estos momentos parece estar buscando su camino. Está por ver, sin embargo, si finalmente llevará a cabo esta idea de reducir la potencia de carga de sus vehículos, y sobre todo cuál será la respuesta de sus clientes a un movimiento como éste, si finalmente se produce.
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