Mercedes GLE 350 e y 350 de: un SUV híbrido enchufable con motor gasolina o diésel
Dos versiones híbridas enchufables ofrece Mercedes en su gama GLE, con motor gasolina o diésel. Aquí van algunas claves para elegir bien.
Mercedes-Benz es la única marca que ofrece vehículos con tecnología híbrida enchufable en los que se puede elegir entre dos versiones, con el motor de combustión de gasolina o diésel. En concreto, esta dualidad se ofrece en sus gamas GLC y GLE. Y la marca de la estrella también apuesta por el diésel en sus híbridos enchufables en otros modelos de su gama, como la Clase E o la Clase C.
Parece que Mercedes ha resuelto la difícil ecuación de los motores diésel y el problema que suponen los filtros de partículas de estos motores, que no se llevan bien con el funcionamiento de un coche híbrido, en el que el motor de combustión está arrancando y parando continuamente, lo que impide a los filtros coger temperatura y trabajar correctamente.
En este caso, nos vamos a centrar en este caso en el SUV de gama alta, el GLE, con el que hemos podido tener una breve toma de contacto.
Estos son los precios de los Mercedes GLE y GLE Coupé híbridos enchufables:
- Mercedes GLE 350 e 4Matic: 76.400 euros
- Mercedes GLE 350 de 4Matic: 78.124 euros
- Mercedes GLE 350 e 4Matic Coupé: 86.250 euros
- Mercedes GLE 350 de 4Matic Coupé: 87.700 euros
Algunas de las alternativas al los Mercedes GLE PHEV serían el BMW X5 XDrive45e, más potente (395 CV) y también más caro (desde 81.550 euros), así como los Audi Q7 y Q8 55 TFSIe, con 380 CV y un precio muy similar al de los Mercedes. Ninguno ofrece una autonomía en modo eléctrico comparable.
Vamos a ver un poco más a fondo en qué se diferencian, tanto tecnológicamente como en rendimiento, para intentar aclarar cuál sería la mejor elección.
La tecnología híbrida enchufable en los Mercedes GLE
En ambos casos, el sistema híbrido enchufable PHEV de los Mercedes GLE 350 combina un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) y 440 Nm con un motor de combustión de 4 cilindros, que en los 350 e es de gasolina y rinde 211 CV, y en el caso del 350 de es un turbodiésel de 194 CV. La potencia conjunta de sistema alcanza los 320 CV en el caso del 350 de con motor diésel, y llega a 333 CV en el 350 e con motor de gasolina, con un par máximo en ambos casos de 700 Nm. La transmisión es a través de la caja de cambios automática de 9 marchas de Mercedes, con la tracción a las cuatro ruedas 4Matic.
La batería es siempre de 31,2 kWh, una capacidad muy alta para lo que viene siendo habitual en los híbridos enchufables. De hecho, algunos coches 100% eléctricos que ya se venden en nuestro mercado tienen una batería con una capacidad similar. Esto permite a Mercedes ofrecer en sus GLE y GLC una de las mejores autonomías en modo eléctrico entre los vehículos PHEV: oscila entre 95 y 99 km, sin diferencia en función del tipo de motor de combustión, pero sí entre las carrocerías.
A igualdad de carrocería, las dos versiones híbridas enchufables ofrecen unas prestaciones equivalentes, con una aceleración de 0 a 100 km/h de 6,9 segundos y una punta de 210 km (datos para la versión GLE Coupé). La instalación del sistema híbrido hace que el maletero pierda unos 140 litros de capacidad, pasando de 655 a 510 litros.
En cuanto a las posibilidades de recarga, con corriente alterna en un enchufe doméstico a 2,3 kW serían necesarias más de 10 horas para pasar del 10 al 100% de capacidad de la batería. Este tiempo se reduce a unas seis horas en una toma de 3,7 kW. Lo ideal, dada la gran capacidad de la batería, sería contar con un Wallbox y aprovechar la capacidad de carga a 7,4 kW que admite el cargador de serie. En este caso el tiempo se reduce a poco más de 3 horas.
También se puede equipar el cargador opcional, que permite utilizar postes de carga públicos de corriente continua y potencias de hasta 60 kW, lo que permite recuperar desde un 10% hasta un 80% de la carga en una media hora.
Al volante del Mercedes GLE 350 de
En los Mercedes Test Days, unas jornadas de pruebas que la marca alemana realiza con la prensa, pudimos conducir durante unos kilómetros un Mercedes GLE 350 de, que nos dejó una muy buena impresión. Compensa de sobra el mayor peso debido al sistema híbrido con el aporte que proporciona el motor eléctrico. Y a pesar de tratarse de la versión diésel, mantiene un nivel de suavidad destacables.
La diferencia de precio respecto a la versión de gasolina, de apenas 2.000 euros, no marcará la decisión de compra entre los dos PHEV. Tampoco las prestaciones. La posible duda sobre el refinamiento de marcha, teóricamente superior en el gasolina, queda descartada tras probar el diésel: su refinamiento es absoluto. ¿Qué puede hacer que la balanza se incline entonces por el diésel?
Pues el menor consumo del PHEV diésel, especialmente cuando tienes que recorrer largas distancias en las que agotarás la batería y el coche funcionará como un híbrido autorrecargable. Es aquí donde el diésel saca su mayor ventaja, con diferencias reales de consumo respecto a favor del 350 de respecto al 350 e que fácilmente superará los 3 l/100 km, con el consiguiente resultado en coste por kilómetro y, sobre todo, en autonomía.
Por lo que pudimos ver en nuestra toma de contacto, no será complicado conseguir autonomías en modo eléctrico de hasta 80 km, a poco que se circule por tramos mixtos combinando ciudad y carretera, siempre que conduzcas de forma suave.
El motor eléctrico tiene fuerza y capacidad de empuje más que de sobra para moverse con el Mercedes GLE en modo eléctrico en cualquier situación del tráfico. Y puede hacerlo a una velocidad que también es superior a la de sus rivales más directos, hasta 160 km/h. El conductor puede, mientras se circula con electricidad, utilizar las levas del volante para cambiar el nivel de retención que aporta la frenada regenerativa, o dejar que el propio sistema lo haga de forma totalmente automática, teniendo incluso en cuenta el tráfico que circula delante.
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