Microalgas: El recurso milenario que podría revolucionar nuestra vida

Alberto Noriega     28 junio 2024     4 min.
Microalgas: El recurso milenario que podría revolucionar nuestra vida

Las microalgas son clave para descontaminar el agua, capturar CO2 y mejorar alimentos y cosméticos. Descubre cómo están transformando el mundo.

Las microalgas, organismos unicelulares invisibles a simple vista, tienen un papel crucial en la descontaminación, la captura de CO2 y la mejora de alimentos y cosméticos. Con más de 50,000 especies conocidas, estos organismos no solo ayudan a combatir el cambio climático, sino que también representan una fuente sostenible de proteínas. En este artículo exploramos el potencial de las microalgas y sus aplicaciones en diversos sectores.

El potencial de las microalgas

Las microalgas son organismos fotosintéticos unicelulares extremadamente pequeños, midiendo entre 0.2 y 2 micras. Aunque solemos asociar las algas con el mar, estos organismos también pueden crecer en agua dulce y aguas residuales, incluso en condiciones extremas de pH, salinidad y temperatura. Su capacidad para realizar la fotosíntesis y su alta productividad las convierten en una herramienta valiosa para diversas aplicaciones industriales y ambientales.

Milagros Rico Santos, doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de La Laguna y profesora en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, destaca que las microalgas permiten una amplia gama de aplicaciones, desde la producción de compuestos biológicos y biocombustibles hasta el tratamiento de aguas y la mejora de alimentos y cosméticos. Su versatilidad y eficiencia las posicionan como un recurso prometedor para enfrentar desafíos globales.

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Tipos y clasificación de las microalgas

Existen más de 50,000 especies de microalgas clasificadas, cada una con características únicas. Entre las más conocidas se encuentran ‘Nostoc commune’, ‘Arthrospira platensis’, ‘Aphanizomenon flosaquae’, ‘Chlorella vulgaris’ y ‘Chlorella pyrenoidosa’. Las microalgas se pueden clasificar según su estructura celular y pigmentación. Por ejemplo, las cianofíceas y proclorófitas son procariotas, mientras que las clorofíceas son eucariotas.

Las microalgas procariotas, como las cianofíceas, tienen su material genético disperso en el citoplasma, mientras que las eucariotas, como las clorofíceas, tienen su ADN dentro de un núcleo diferenciado. Esta diversidad refleja una compleja historia evolutiva que ha permitido a las microalgas adaptarse a una amplia variedad de entornos y desempeñar roles ecológicos cruciales.

Microalgas y medioambiente

Las microalgas juegan un papel fundamental en la descontaminación del agua y la captura de CO2, dos de los mayores desafíos ambientales actuales. «Las microalgas se pueden cultivar en varios tipos de aguas residuales y tienen un alto potencial para eliminar contaminantes de los efluentes de industrias y áreas urbanas», señala Rico. Este proceso de biorremediación ayuda a limpiar el agua y el suelo, haciéndolos más seguros y saludables para el medioambiente.

Además, las microalgas son eficientes capturadoras de CO2. Realizan alrededor del 50% de la fotosíntesis global, capturando aproximadamente 100 gigatoneladas de CO2 al año y convirtiéndolo en biomasa útil. Este secuestro biológico de carbono es esencial para las estrategias de neutralidad de carbono y la lucha contra el cambio climático.

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Microalgas en la alimentación

Las microalgas son una fuente rica en proteínas, aminoácidos esenciales y micronutrientes, lo que las convierte en un recurso valioso para la alimentación humana y animal. Con una población mundial en constante crecimiento, las fuentes tradicionales de alimentos, como la ganadería y la agricultura, son insuficientes para satisfacer las necesidades nutricionales. Aquí es donde las microalgas pueden jugar un papel crucial.

Ciertas cepas de microalgas contienen propiedades beneficiosas para la salud, como altos niveles de proteínas, ácidos grasos omega 3, minerales y vitaminas. Además, su cultivo es más sostenible y económico que el de muchos vegetales, ya que no requieren tierra cultivable, agua dulce ni fertilizantes. Investigaciones como el proyecto ProFuture, del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, están explorando cómo introducir microalgas en productos alimentarios como panes y cremas para mejorar su contenido nutricional.

Otros usos de las microalgas

El potencial de las microalgas no se limita a la alimentación y el medioambiente. También son prometedoras en la producción de biocombustibles y bioplásticos, y en la industria cosmética debido a su alto contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes. «Se emplean para mejorar la textura y la hidratación de la piel, reducir la inflamación y proteger contra el daño de los rayos ultravioletas», explica Rico, añadiendo que estos compuestos se encuentran en productos como mascarillas faciales, humectantes y champús.

En el ámbito de la alimentación animal, los compuestos basados en microalgas pueden reducir el impacto medioambiental de la industria cárnica, que es altamente contaminante. Varios proyectos a nivel mundial, como los desarrollados por el Banco Español de Algas y ProFuture, están trabajando para integrar las microalgas en diferentes sectores y productos, impulsando un futuro más sostenible.

Las microalgas representan una solución innovadora y multifacética para muchos de los desafíos que enfrenta nuestro planeta. Desde la descontaminación del agua y la captura de CO2 hasta la mejora de alimentos y productos cosméticos, estos diminutos organismos tienen un potencial enorme. A medida que la investigación y la tecnología avanzan, es probable que veamos un uso más amplio y diverso de las microalgas en nuestra vida diaria, contribuyendo a un futuro más sostenible y equilibrado.

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