Mini aumentará su catálogo en 2022 con un nuevo SUV eléctrico

La tendencia en general parece clara: más SUV, más vehículos eléctricos. Con esta premisa, parece obvio que estamos abocados a que las próximas novedades sean SUV eléctricos y Mini parece que no será una excepción.

Con la renovación del todocamino electrificado de la marca, el Mini Cooper SE All4 Countryman y su gran acogida en mercados como el español, donde un coche con etiqueta ECO o CERO es excusa para adentrarse sin preocuparse de las cámaras de control de acceso que recelosas vigilan qué coches se ‘cuelan’ en las zonas urbanas limitadas a coches sostenibles, la producción de un nuevo vehículo de corte SUV y eléctrico parecería la nueva página evidente en el catálogo de modelos de Mini.

Y es tal y como informan los colegas británicos de Autocar que BMW tiene planes de darle a los fans de Mini dos nuevos modelos, dos nuevos SUV, uno eléctrico y otro con motor tradicional.

Sobre el segundo, poco más se sabe que estaría proyectado hacia 2024 y que contaría con un propulsor animado por combustible fósil, se desconoce si estaría parcialmente electrificado, asumiendo un esquema como coche híbrido, aunque fuera como mild hybrid o replicara la configuración como PHEV del citado Cooper SE All4 Countryman.

De otra, el SUV eléctrico de Mini llegaría en un plazo de dos años, en 2022. Un coche producido en China a partir de la asociación del Grupo BMW con el gigante chino Great Wall Motors para la fabricación de vehículos eléctricos, algunos exclusivos para el mercado local y otros global.

Y así parece que será el todocamino eléctrico de Mini: un modelo global, fabricado en China para todo el mundo.

La arquitectura procederá de la plataforma modular que la nueva empresa, Spotlight Automotive Limited, que ya es la responsable de ensamblar todos los Mini Cooper SE, el Mini eléctrico, que se fabrique.

El Mini eléctrico lo fabricará Spotlight Automotive Limited en China

Con la referencia del BMW X1, el Mini eléctrico de corte aventurero podría venir a sustituir o a llenar el hueco del BMW i3, un coche cuya producción corre irremediablemente hacia su cese, sin reemplazo a la vista y que, dada la corriente comercial actual, tuviera en la muerte del monovolumen la excusa ideal para rellenar su hueco, a nivel de grupo, con un SUV eléctrico.