El nuevo Mini Countryman se pone a punto en nieve y hielo
El nuevo Mini Countryman completamente eléctrico está poniendo a prueba en nieve y hielo. Entrará a producción en noviembre.
El nuevo Mini Countryman se está poniendo a prueba en condiciones climáticas adversas como la nieve o el hielo. Esta nueva generación completamente eléctrica se ensamblará en la planta que la marca posee en Leipzig, Alemania a partir del mes de noviembre de este mismo año 2023.
Tendrá cinco puertas y se convertirá en el integrante más grande de la familia Mini. Se podrá escoger con tracción a las cuatro ruedas y tal y como ha asegurado la marca «garantiza también el placer y la diversión de conducción segura y desenfrenada más allá del asfalto».
El Mini Countryman E tendrá una potencia de 191 CV mientras que el Mini Countryman SE ALL4 se convertirá en el primer vehículo completamente eléctrico con tracción total de la marca. Dos unidades motrices altamente integradas en los ejes delantero y trasero generan conjuntamente una potencia de 313 CV, incluyendo un refuerzo temporal. La capacidad de la batería es de 64,7 kWh que permitirá ofrecer una autonomía estimada de unos 450 kilómetros.
Así es el nuevo Mini Countryman
La nueva generación aumenta su tamaño, concretamente, hasta los 4.429 mm. La altura ha crecido casi seis centímetros hasta los 1.613 mm, ofreciendo aún más espacio para la cabeza. Mini ha señalado que «combina la electromovilidad sin emisiones con la máxima compatibilidad medioambiental también en la producción. Esto incluye prescindir de todos los elementos decorativos en el exterior y el interior y fabricar las llantas de aleación ligera de fundición con hasta un 70 por ciento de aluminio secundario. En combinación con el uso de electricidad verde en la producción, las emisiones de CO2 pueden reducirse significativamente en comparación con los procesos de fabricación convencionales».
Además, las superficies del salpicadero, el volante, el techo y el suelo del vehículo y las alfombrillas están fabricadas con poliéster reciclado obtenido a partir de botellas PET y restos de moqueta. Esta iniciativa reduce las emisiones de CO2 en un 85% y minimiza la huella de carbono de los próximos modelos de la marca.
Concretamente, la planta de Mini en Leipzig cuenta con cuatro aerogeneradores con una altura de 190 metros que pueden generar más de 20 GWh de electricidad a partir de energía eólica al año. Así mismo, el grupo BMW «está ampliando la capacidad de producción in situ de componentes electrónicos en ocho líneas de producción de aquí a 2024 e invirtiendo más de 800 millones de euros. La descarbonización de la producción mediante la sustitución de combustibles fósiles por hidrógeno es el objetivo de la que ya es una de las instalaciones de producción de automóviles más modernas y sostenibles del mundo».
Comentarios cerrados