Los misteriosos guijarros blancos de Marte podrían cambiar lo que sabemos del planeta

Alberto Noriega     16 marzo 2025     5 min.
Los misteriosos guijarros blancos de Marte podrían cambiar lo que sabemos del planeta

El rover Perseverance ha descubierto guijarros blancos en Marte, sugiriendo un pasado húmedo y cálido con ríos y fuentes termales.

El rover Perseverance de la NASA ha encontrado en el cráter Jezero miles de guijarros blancos con un alto contenido de caolinita, un mineral que en la Tierra se forma en ambientes cálidos y húmedos. Este hallazgo podría ser prueba clave de que Marte tuvo cuerpos de agua duraderos, desafiando las teorías previas sobre su historia geológica. Además, las rocas presentan una dureza inusual y la presencia de espinela, lo que sugiere procesos geológicos únicos. Mientras los científicos analizan las implicaciones de este descubrimiento, la evidencia acumulada refuerza la teoría de que el Marte antiguo pudo haber albergado vida.

Rocas marcianas con señales de un pasado húmedo

El descubrimiento de guijarros blancos en Marte por parte del rover Perseverance ha generado un gran entusiasmo en la comunidad científica. Estas rocas, ricas en caolinita, son un fuerte indicio de que Marte no siempre fue el planeta árido y frío que conocemos hoy, sino que en algún momento pudo haber tenido un clima lo suficientemente cálido y húmedo como para sostener cuerpos de agua. En la Tierra, la caolinita se forma en regiones con abundante agua y temperaturas moderadas, lo que refuerza la idea de que Marte tuvo ríos o incluso fuentes termales en el pasado.

El equipo de científicos de la NASA ha identificado más de 4,000 guijarros blancos dispersos en el cráter Jezero, el sitio de un antiguo lago marciano. Estas rocas presentan una dureza mayor a la de sus equivalentes terrestres, lo que sugiere que han pasado por un proceso geológico único en Marte. Otro hallazgo clave ha sido la presencia de espinela, un mineral que se forma en condiciones de alta presión y temperatura, lo que podría indicar que estas rocas han sufrido procesos de transformación complejos.

Mars

Un viaje de 50 kilómetros a través de antiguos ríos

Los guijarros descubiertos en Marte no solo son un testimonio del agua en el planeta, sino que también revelan información sobre cómo esta agua fluyó y transportó materiales en el pasado. Un estudio basado en la forma y redondez de estos guijarros ha permitido a los científicos estimar que viajaron hasta 50 kilómetros desde su origen antes de asentarse en el cráter Jezero.

Este análisis, que combina datos de experimentos de laboratorio y estudios en la Tierra, sugiere que Marte tuvo ríos activos durante largos períodos de tiempo, con suficiente fuerza para mover rocas a grandes distancias. La existencia de estos sistemas fluviales refuerza la hipótesis de que Marte pudo haber tenido un ciclo del agua más complejo de lo que se creía, con lagos, ríos y posiblemente incluso zonas de agua subterránea.

Además, las diferencias entre los guijarros redondeados y las rocas más angulares encontradas en la misma zona sugieren que el agua fue un factor clave en la formación del paisaje marciano. Mientras los guijarros redondeados indican transporte por agua, las rocas angulares parecen haber llegado allí por procesos de fragmentación y deposición más recientes, lo que podría haber ocurrido después de que Marte se volviera seco y frío.

La tectónica vertical y la historia geológica de Marte

El descubrimiento de estos guijarros blancos no solo tiene implicaciones para la historia del agua en Marte, sino también para su actividad volcánica y la evolución de su corteza. A diferencia de la Tierra, donde la tectónica de placas es el proceso dominante en la evolución geológica, Marte parece haber experimentado un fenómeno diferente: la tectónica vertical.

Este proceso geológico habría permitido que la corteza marciana colapsara en el manto, fundiendo las rocas y creando magmas ricos en sílice, un componente clave en la formación de volcanes más evolucionados. Esto explicaría por qué Marte no solo tiene volcanes en escudo gigantes como el Olympus Mons, sino también estratovolcanes y domos de lava con concentraciones elevadas de sílice, similares a los de la Tierra.

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Estudiar estos antiguos volcanes marcianos proporciona pistas sobre cómo era el interior del planeta en sus primeros mil millones de años. A diferencia de la Tierra, donde los procesos tectónicos han borrado la mayoría de las evidencias de su pasado temprano, la inactividad geológica de Marte ha permitido preservar estos registros antiguos, ofreciendo una oportunidad única para entender cómo evolucionan los planetas sin tectónica de placas.

¿Un Marte más habitable de lo que pensábamos?

Los misteriosos guijarros blancos hallados en el cráter Jezero refuerzan la idea de que Marte tuvo un pasado más habitable de lo que se pensaba. La presencia de caolinita, junto con la evidencia de antiguos ríos y volcanes más complejos, sugiere que Marte no fue siempre un desierto estéril, sino un planeta donde el agua líquida pudo haber estado presente durante períodos significativos.

Este descubrimiento podría ser clave para futuras misiones de exploración en Marte, especialmente aquellas centradas en la búsqueda de vida pasada o incluso presente. Si en algún momento hubo agua suficiente para formar estos guijarros y modificar su composición química, es posible que haya existido un ambiente propicio para la vida microbiana.

A medida que la exploración de Marte avanza, estos hallazgos plantean nuevas preguntas sobre cuándo y cómo perdió el planeta su agua, y si en algún lugar bajo su superficie aún podría quedar algún rastro de ese pasado más húmedo. Con misiones futuras programadas para traer muestras de Marte a la Tierra, podríamos estar más cerca que nunca de responder a la gran pregunta: ¿Marte alguna vez albergó vida?

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