Los neumáticos usados podrían servir como fuente energética doméstica
Las ruedas viajes pueden tener diferentes usos e, incluso, es posible utilizar neumáticos usados para transformarlos en gas combustible
Vivimos una etapa clave para buscar el equilibrio entre consumo y capacidad de regeneración natural. Derrochar recursos ha demostrado que es una estrategia poco inteligente y que devastar el planeta tendrá consecuencias, a muy corto plazo insostenibles para el estilo de vida que la sociedad industrializada ha mostrado en las últimas décadas.
Las asociaciones ecologistas fueron las primeras en divulgar la que hoy es un regla universal para fomentar la conservación de los recursos naturales y buscar un consumo responsable. No se trata de otra que de la «regla de las 3 erres: reducir, reutilizar y reciclar».
Basándonos en este principio ecológico sencillo que apuesta por contener el uso de recursos, volver a dar uso de lo ya procesado y, antes de desecharlo, tratar de reintegrarlo en una cadena de fabricación, los neumáticos usados son uno de los desechos que más vidas pueden tener una vez son desmontados de los vehículos que los han utilizado para mantenerse en contacto con el asfalto.
Desde césped artificial a pistas de atletismo, suelos y losetas, carreteras o zapatillas deportivas con base de goma… las ruedas viejas pueden tener una segunda vida pero, hasta ahora, lo que no parecía haber sido considerado es tomarlas como «materia prima».
Y es que ya hay entidades trabajando en la manera de procesar los neumáticos usados de tal manera que, su manipulación, produzcan gases combustibles capaces de ser utilizados como fuente energética.
El gas obtenido del procesamiento de las ruedas viejas produce un gas que es susceptible de ser usado en motores, turbinas de gas o calderas y, su combustión, reduciría hasta un 40 por ciento las emisiones de dióxido de carbono y hasta el 100 por 100 de las de metano, ofreciendo un mayor aporte calorífico y un menor coste por kilovatio generado.
Alrededor de 300.000 toneladas de neumáticos usados son desechados anualmente solo en España. Esto significa 300.000 toneladas de material disponible de ser reciclado o reutilizado, entre otros, en el sector de la producción energética.
Material que podría dar energía suficiente hasta 30.000 hogares cada año, con una reducción de más de 25.500 toneladas anuales de petróleo con el consecuente ahorro energético, ecológico y económico.
Además, se mitigaría, en gran medida, el problema que supone el almacenaje de los los neumáticos usados. En el proceso de estos hacia la consecución de gas combustible generarían residuos más manejables ya que, prácticamente, las ruedas usadas serían transformadas en cenizas.
Fuente y gráfico: TNU
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