NIO apuesta fuerte por la innovación y ya anuncia un nuevo logro en cuanto a sus baterías

Si bien Aquiles sufrió cuando su tendón quedó maltrecho, el coche eléctrico tiene dos sin tener piernas, uno es su precio y otro su autonomía.

En ambos casos, son mantras repetidos por los detractores de la movilidad eléctrica puesto que, si bien es cierto que resulta complejo aplicar el adjetivo ‘barato’ a un coche eléctrico, es cierto que los automóviles que recurren a la electricidad, poco a poco, reducen sus precios hasta situarlos en cantidades, digamos, coherentes para  el tipo de tecnología que proponen.

De otra parte, la autonomía del coche eléctrico se ha convertido ya en un divertimento más como lo es saber qué coche es el más potente o cuál es el coche más rápido. De hecho, en un rango de un lustro, casi se ha duplicado la autonomía máxima disponible, pasando de poco más de un centenar de kilómetros a rozar o superar el millar.

A tenor de lo dicho, es cierto que la recarga eléctrica del acumulador es una de las operaciones más tediosas y que, por ejemplo, en ese aspecto, los coches eléctricos pero que recurren a las pilas de combustible de hidrógeno emplean, prácticamente, el mismo tiempo en rellenar el tanque del gas que lo que se tarda en hacer lo propio en un automóvil diésel o gasolina, como ya explicamos en el artículo dedicado al repostaje de hidrógeno en un FCEV.

Por eso, no son pocos los que han puesto en la sustitución de baterías como el modo más económico, al menos de tiempo, a la hora de disponer de la máxima autonomía en un coche eléctrico una vez que el condensador inicial ha quedado descargado.

NIO, la empresa china centrada en el vehículo eléctrico en cualquiera de sus dimensiones, es una de las que apuesta por la creatividad a la hora de vender sus coches movidos con electricidad. Desde la venta de coches sin batería hasta el intercambio de acumuladores cuando el vehículo no dispone de electricidad suficiente son dos de sus ofertas innovadoras en cuanto al modelo comercial.

Respecto del primero, ya dimos cuenta hace unos meses y del segundo ahora, el constructor anuncia su satisfacción al haber logrado una simbólica marca en cuanto a cambios de baterías descargadas por otras cargadas.

Medio millón de baterías intercambiadas

NIO Power, la división creada para abordar el contexto de los acumuladores de los coches eléctricos de NIO, no ve en las electrolineras un modelo de negocio prioritario como sí lo hace en cuanto a las estaciones de intercambio de baterías. Unos pequeños boxes, o Battery Swap Station, donde sus coches pasan para realizar una operación de sustitución de los acumuladores que, en cualquier caso, suponen un ahorro en cuanto al tiempo que conllevaría hacer la recarga completa, que no la carga rápida, de uno de sus vehículos.

Así, hasta 500.000 cambios entre baterías descargadas y cargadas han cuantificado desde NIO lo cual no demuestra sino que este modelo de trabajo es eficaz y viable además de útil y ventajoso para los usuarios ya que, en tan solo 3 minutos, la batería sin electricidad de los NIO es sustituida por cuya capacidad de almacenamiento se halla al máximo de su capacidad.

La batería descargada es desalojada del vehículo que entonces recibe una funcional lo que permite contar con una autonomía plena de nuevo. Entonces, la que ha sido desinstalada por falta de energía pasa a una zona de recarga desde la que, de nuevo, volverá a estar disponible para otro vehículo una vez vuelva a disponer de electricidad suficiente para ser operativa al 100 por 100.