NIO propone vender y comprar coches eléctricos sin batería mediante un programa de alquiler que reduce el coste de venta de sus vehículos
Nio comercializará sus coches en Europa en un futuro muy próximo
El CEO de Nio confirma los planes de la marca que fijan la apertura de concesionarios fuera de China y, en concreto, también en Europa
El desembarco de marcas chinas en Europa es toda una declaración de intenciones. Invirtiendo la tónica que, durante los últimos lustros, mostraba la expansión de marcas europeas en el país chino, o bien por reducir costes de producción, o bien por vender sus coches en China como mercado emergente y cuyo crecimiento económico exponencial pone en el primer peldaño del podio internacional de economías al alza, la instalación de concesionarios de coches chinos en el viejo continente será una tónica en un futuro casi inmediato.
Con marcas como DFSK operando en asociación con locales distribuidores en países como España operando, la estrategia a seguir por parte de otras es, directamente, crear una red de venta de sus coches. El siguiente fabricante que ha hecho público su interés de llevar sus automóviles a Europa es Nio.
Siguiendo los pases de otra de las empresas de referencia en cuanto a su ingente interés por conquistar mercados europeos, BYD, que ya anunció sus planes de introducción en Europa utilizando uno de sus vehículos, el todocamino BYD Tang, el director ejecutivo de Nio, William Li, ha declarado que la marca que dirige y representa ha establecido una hoja de ruta para con su futuro en occidente y, en concreto, para con el continente europeo.
Según Li, Nio tiene previsto el año 2022 como el de la expansión de la marca fuera de China. Previamente, la instalación de manera puntual en algunos países sucederá a lo largo del ejercicio venidero, 2021.
A pesar de la pandemia global que asola el planeta y que, la primera en sufrir los estragos de la Covid-19 fue la república china, Nio no frenará sus planes de llegada a Europa y Li afirma que en 2021 «algunos países» de Europa dispondrá de concesionarios Nio, posiblemente, aquellos en los que la instauración de la movilidad eléctrica ya es una realidad comercialmente sostenible.
Sin se haya concretado cuáles, la activación del programa de venta de automóviles Nio Baas, por el que es posible comprar uno de los modelos de la marca sin que su adquisición suponga la compra de la batería que use el mismo, permite un modelo de arrendamiento de batería que reduce significativamente el coste final de compra de un coche eléctrico.
Con el PVP del coche eléctrico como uno de los talones de Aquiles de la expansión de la movilidad de sostenible, propuestas como la de Nio permitirían ofrecer automóviles eléctricos en programa de alquiler de batería con precio muy competitivo, sobre todo, respecto de los fabricantes europeos que, como Renault, ofrecían un régimen opcional de alquiler de los acumuladores eléctricos en algunos de sus vehículos, como era el caso del programa de arrendamiento o adquisición de la batería del Renault Zoe, algo que ya no es posible y que solo es factible realizar la compra de uno de estos coches de manera íntegra, es decir, con batería en cualquier caso.
Sea como fuere, la introducción de marcas chinas en la automoción eléctrica debería suponer una mayor competitividad entre constructores, tanto europeos como asiáticos, con una considerable competencia entre ellas que derivará en un mercado de vehículos eléctricos con precios más asequibles o, al menos, diferentes ofertas o variantes de compra más allá de las ya conocidas y habituales.
Comentarios cerrados