NIO, no solo ya prepara la presentación de su próximo coche sino que trabaja en otro más

Lo venimos anunciando desde hace semanas: NIO es uno de los fabricantes emergentes más prometedores de la industria china de la automoción de la nueva era electrificada. No solo por sus propuestas innovadoras, como pueden ser las estaciones de intercambio, que no de recarga, de baterías de sus coches, sino que, en poco más de 5 años, ha pasado de ser una propuesta disruptiva, exótica e incómoda para los grandes a querer aspirar en ser un referente y uno de los pesos pesados a nivel mundial.

Para ello, además de los tres vehículos que ya cuenta en su repositorio, el NIO ES8, el NIO ES6 y el más reciente, el NIO EC6 todos ellos SUV, el catálogo de NIO incorporará un nuevo coche desde 2021, en concreto, como dimos cuenta en su momento, a principio del próximo año, para el cual la agenda ya ha sido marcada en el día 9 de enero como fecha en que será expuesto el próximo modelo de NIO, posiblemente, la berlina derivada del prototipo NIO ET, el hipotético NIO EE7 coincidiendo con el NIO Day, es decir, el de congregación de usuarios y seguidores de la firma.

Ahora, a tenor de la realización de la junta de accionistas que ha tenido como tema principal los resultados obtenidos por la empresa durante el penúltimo trimestre del presente y complejo año 2020, William Li Bin, fundador y director ejecutivo de la marca, ha anunciado que, tanto el nuevo modelo como uno que acontecerá tras él, compartirán el propulsor NP2.0 ya que, entre otros, el próximo y quinto automóvil de NIO también será de corte sedán.

Aunque las comparaciones puedan ser odiosas

Entendiendo que el supuesto NIO EE7 será el buque insignia de la marca, entre los turismos de corte berlina, el segundo sedán sería lo que el Tesla Model 3 es al Tesla Model S, siempre teniendo en cuenta las diferencias y similitudes, tanto entre modelos como, sobre todo, marcas.

Sea como fuere, esto no significa otra cosa que, el modelo de producción de NIO está siendo realmente rentable, no solo porque los ingresos totales trimestrales de NIO alcanzaron los 666,6 millones de dólares sino porque, de no ser por la expansión y crecimiento comercial de la firma, tanto y fuera de las fronteras natales la que, en poco más de un lustro de existencia, ahora parece querer comerse el mundo y argumentos parece que no le faltarán.