Nissan cree que la normativa Euro 7 disparará las ventas de eléctricos

La normativa europea sobre emisiones es una de las más estrictas del mundo y en gran medida responsable de que en Europa las ventas de eléctricos tengan cada día un mayor peso. Actualmente, la norma Euro 6d obliga a los fabricantes de automóviles a incluir un filtro de partículas no solo en los vehículos diésel, sino también en los de gasolina. Unos requisitos que serán todavía más estrictos cuando Euro 7 entre envigor hacia el año 2025.

Llegado ese momento, los fabricantes tendrán que ingeniárselas para que el nivel de emisiones de sus vehículos sea todavía menor. Lo cuál requierá que realicen una importante inversión en I+D y, por otro lado, incrementará los costes de producción al aumentarse la complejidad de los motores de combustión. Una situación que, según el Jefe de Operaciones de Nissan, Ashwani Gupta, acelerará la transición hacia la movilidad totalmente eléctrica.

Gupta asegura además que la electrificación no es un objetivo en sí mismo para Nissan, y que serán los consumidores europeos los que decidan cuál es el momento adecuado para llevar a cabo esta transición. El fabricante japonés espera que todo su catalogo de productos este electrificado, en mayor o menor medida, a finales de 2022. A partir de ese momento, serán los clientes de la marca los que decidirán, según sus necesidades, si Nissan debe ofrecer únicamente vehículos totalmente eléctricos o, por el contrario, mantener otros sistemas de propulsión con un nivel de electrificación más limitado.

La transición a la movilidad eléctrica será probablemente mucho más rápida de lo que algunos piensan

Algunos países europeos ya han expresado su intención de prohibir la venta de vehículos con motor de combustión hacia el año 2030. Una fecha que podría no ser relevante para Nissan -y también para otros fabricantes- ya que, según afirma Gupta, si sus clientes demandan mayoritariamente vehículos totalmente eléctricos algunos años antes, el fabricante japonés simplemente dejará de comercializar vehículos «con tubo de escape» antes de que llegue esa prohibición.

Y esto es algo que no sería extraño, ya que lo que inclina la balanza para muchos consumidores a la hora de elegir entre un vehículo eléctrico y uno de combustión, no es otra cosa que el precio. Y así, mientras el coste de las baterías para vehículos eléctricos se espera que caiga drásticamente durante los próximos años, la entrada en vigor de la norma Euro 7 incrementará los costes de producción de los vehículos con motor de combustión.

De este modo, podemos dar por hecho que antes de 2030 comprar un vehículo eléctrico será más barato que decantarse por uno con motor de combustión y, por tanto, todos esos anuncios de muchos gobiernos anunciando la muerte del motor de combustión no van a quedar más que en lo que realmente son, pura propaganda política; ya que será el propio mercado el que probablemente selle el acta de defunción de los motores contaminantes algunos años antes.