No sólo el automóvil, así es como los edificios de oficinas podrían reducir sus emisiones hasta en un 70%
Cómo un cambio en las estrategias energéticas de los edificios de oficinas podrían contribuir en la reducción de la huella de carbono.
El impacto ambiental de los edificios de oficinas es cada vez más importante en la agenda global de sostenibilidad. El sector de la construcción es responsable de aproximadamente el 37% de las emisiones globales de carbono y dentro de este ámbito, los edificios de oficinas juegan un papel significativo debido a sus altos consumos energéticos y sistemas de climatización.
La implantación de las soluciones digitales de gestión de edificios y energía en edificios de oficinas ya existentes podría reducir hasta un 42% las emisiones de carbono de sus operaciones, con un periodo de amortización inferior a tres años. Si se sustituyen las tecnologías de calefacción alimentadas con combustibles fósiles por alternativas eléctricas sostenibles y se instala una con certificación Microgrid —aquellas que utilizan con fuentes locales de energía renovable—, los edificios totalmente eléctricos y digitales reducirán otro 28% las emisiones de carbono de sus operaciones, lo que supone una disminución total de hasta el 70%.
Junto a la climatización, la iluminación y la electrónica suelen ser los aspectos más deficientes en oficinas de no tan reciente construcción, la mayoría de las cuales también presentan problemas de ventilación y aislamiento. La movilidad de los empleados hacia el trabajo podría también optimizarse fomentando el uso de nuevas herramientas digitales.
Certificados y estándares para edificios más usados en el mundo
Los certificados que un edificio puede obtener para demostrar su eficiencia y sostenibilidad varían según la región y el estándar utilizado. Algunos de los certificados más reconocidos y utilizados a nivel internacional para evaluar la eficiencia y sostenibilidad de un edifico son:
LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental). Este es uno de los sistemas de certificación más conocidos a nivel mundial. LEED evalúa múltiples aspectos de la construcción, incluyendo eficiencia energética, uso de materiales sostenibles, calidad del aire interior y diseño de espacios verdes. Los edificios pueden obtener diferentes niveles de certificación, como LEED Platinum, LEED Gold o LEED Silver, dependiendo de su desempeño y cumplimiento de los criterios. El edificio Campus Repsol, en Madrid, es un ejemplo de oficinas con certificación LEED Platino.
BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method). Este sistema de certificación es ampliamente utilizado en el Reino Unido y es equivalente al Green Star en Australia. Evalúa aspectos similares a LEED, incluyendo la eficiencia energética, la gestión del agua, la salud y bienestar de los ocupantes, y la gestión sostenible de los recursos.
DGNB (Sistema de Evaluación de Edificios Sostenibles de Alemania). Este sistema de certificación se utiliza principalmente en Alemania y se ha expandido a otros países europeos. Evalúa la sostenibilidad de los edificios en términos de eficiencia energética, calidad ambiental interior, gestión de residuos y aspectos sociales.
Living Building Challenge. Este es uno de los estándares más rigurosos en términos de sostenibilidad y eficiencia. Los edificios certificados bajo el Living Building Challenge deben ser «neto positivos» en términos de energía y agua, y cumplir con criterios extremadamente altos en términos de salud y bienestar de los ocupantes.
Passivhaus. Aunque no es un certificado en sí, el estándar Passivhaus se centra en la eficiencia energética extrema y la comodidad de los ocupantes. Los edificios que cumplen con este estándar son altamente eficientes en términos de energía y se han utilizado ampliamente en Europa.
Microgrid o “islas de energía”. Son una innovación destacada en la búsqueda de la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono. Estos sistemas permiten la generación y distribución de energía a nivel local, a menudo combinando fuentes renovables y tecnologías de almacenamiento. La microgrid permite al edificio funcionar de manera autónoma en términos de suministro de energía durante la mayor parte del año, utilizando energía renovable generada localmente. Durante los momentos de baja producción de energía renovable, el edificio se conecta a la red eléctrica convencional. La gestión inteligente de la microgrid optimiza la distribución de energía y permite una mayor eficiencia en el uso de recursos energéticos.
Mtech Group, en Pinto (Madrid), empresa especializada en el sector de energía, transporte e industria, fue el primer Microgrid en nuestra región gracias a un proyecto integral de Schneider Electric, creando un edificio digital, sostenible y escalable equipado de un sistema de gestión energética que permite el aislamiento total, la autogestión y el control óptimo de sus recursos energéticos. Gracias a los 130 kWp de generación fotovoltaica y al ahorro adicional que aporta la inteligencia artificial de la Microgrid, Mtech ha reducido su consumo energético de la red hasta un 49%.
Fotos: Freepick
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