El uso de la bici podría favorecer el distanciamiento social y por ello se propone aumentar el espacio ciclable en urbes de más de 5.000 habitantes
Nueva York cede a ciclistas y peatones calzadas destinadas a vehículos como medida contra la Covid-19
El alcalde de Nueva York decide ampliar las millas destinadas a peatones y ciclistas durante la crisis provocada por el nuevo coronavirus
Parece que, dentro de las diferentes formas de contención y lucha contra la pandemia provocada por el SARS-CoV2, dentro del llamado de manera global ‘distanciamiento social’, el cierre de vías al tráfico de vehículos a motor en favor de biciclietas y peatones empieza a ser una de las más generales.
Por la relativa facilidad que supone cortar a la circulación de una calzada, incluso, en el corazón de la que muchos consideran el corazón o la capital del mundo occidental, Nueva York, el alcalde de la conocida como ‘Gran Manzana’ ha decidido ampliar los espacios destinados a ciclistas y peatones tomando como área hasta un total de, en principio, 40 millas, unos 65 km destinados, normalmente, al tráfico de vehículos.
Para ello, el Departamento de Policía de Nueva York, se personó en las calles afectadas, manteniendo agentes en las mismas por miedo a que no todos los conductores tuvieran conocimiento de la medida o trataran de saltarse las restricciones.Como informábamos días atrás, esta medida coincide, en cierto modo, con las declaraciones que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hizo sobre su intención de ampliar el espacio dedicado a vías ciclables y aceras o espacios donde se permita a los viandantes caminar respetando las distancias de seguridad recomendadas durante este periodo y las 4 fases de la conocida como desescalda.
La potenciación del uso de la bicicleta u otros medios individuales de transporte como las motocicletas de baja cilindrada o los ciclomotores, junto con el más ecológico de los transportes conocidos, como es el caminar, evitará que aquellas personas que usen el transporte colectivo hagan uso de los distintos medios en aras de modificar sus hábitos de traslado habituales por otros que sean más seguros.
Una cantidad ínfima en una ciudad gigantesca
Si bien esta medida adoptada por el alcalde De Blasio es temporal, también podría ampliar su radio de acción en unas 60 millas más, equivalentes a unos 100 km, de calles aledañas o próximas a espacios como parques o jardines ya que, según las previsiones que manejan desde el consistorio de la ciudad, con el aumento de las temperaturas en la primavera y el verano, el veto a los vehículos en Nueva York podría ampliarse hasta un total de unas 100 millas.
Cabe señalar que solo en la ciudad, cuyo diseño aéreo recuerda y fue hecho a partir de una cuadrícula, las vías asfaltadas destinadas de manera a la circulación prioritaria de vehículos a motor suma 6.000 millas, algo más de de 9.656 km, la reserva temporal hecha a un tipo de movilidad más ecológica y sostenible supondría, contando con el total de calzadas transformadas en vías peatonales o ciclables, tan solo un 1,7 por ciento del total.
Comentarios cerrados