En nuestra prueba del Hyundai Kona EV hemos planteado algunas incógnitas para conocer si un eléctrico puede cumplir con las funciones de un coche de diario
El nuevo Hyundai Kona aumenta su atractivo y las opciones electrificadas
Más anguloso, dinámico y elongado, el nuevo Hyundai Kona, que además de aumentar las variantes híbridas, ofrece el paquete N Line en cualquier motorización
Pocas veces un lavado de cara resulta más allá que ligeros retoques que justifican a las marcas, en concreto, a los departamentos de marketing, anunciar un nuevo coche cuando, en realidad, no es más que una ya obligada modificación exterior que permite afrontar la mitad de la vida comercial de una generación, pero, en el caso del nuevo Hyundai Kona, la actualización de su frontal es tan profunda que, sin suponer una transformación hacia un nuevo lenguaje visual, demuestra un profundo trabajo de estilismo y rediseño.
Aunque, de manera global, el restyling del Hyundai Kona cuenta con los elementos característicos del hasta ahora conocido SUV, como son los afilados pilotos superiores y la gran parrilla central, incluso en la variante eléctrica que queda carenada, este coche ahora da una cara más afilada, aún si cabe, más incisiva y, sobre todo, compacta gracias a una línea que baja desde la parte superior del capó hasta la zona donde el emblema de la marca queda ubicado para las versiones estándar, no para el Hyundai Kona N Line que la incluye en el centro del emparrillado, lo cual se traduce en una inclinación hacia el punto de sección que permite su avance contra el viento.
Además de la citada y generosa oquedad central enrejada, al menos en el nuevo Hyundai Kona que sirve para apoyar su puesta de largo, dos aletas superiores en posición simétrica flanquean la cavidad del área inferior del paragolpes y que recuerda, sin lugar a dudas, a la aleta superior del tiburón, animal al que la firma surcoreana parece inspirarse en esta actualización.
Esta imagen delantera más dinámica permite hacer más rápidamente la transición en el repaso al coche que, en su vista lateral, se mantiene intacta, salvo si se elige alguno de los hasta nuevos 5 colores para la carrocería disponibles, hasta fijar la atención en la zaga.
Las luminarias posteriores de nuevo cuño, más elongadas en la horizontal y acusando un ángulo agudo que señala el emblema de la firma, aumentan la sensación de fluidez de la fotografía posterior. Unas ópticas que, junto con el nuevo parachoques, cierran el conjunto de modificaciones que supone contar con un nuevo Hyundai Kona 40 mm más largo que el que aún se vende.
N Line para todos
La inclusión del acabado deportivo hace del Hyundai Kona N Line un coche más atractivo y más dinámico, favorecido por una aerodinámica que aprovecha tanto su paso por el aire para ser más eficaz como eficiente.
Desde las hendiduras sobre la parrilla frontal, el rediseño del paragolpes, las estriberas bajo los trabesaños inferiores y un difusor más propio de un coche de competición que de un SUV urbano, la combinación entre el rojo masivo de la carrocería y el negro de ciertos elementos combinan a la perfección.
Como nota a señalar, las llantas exclusivas en 18 pulgadas rellenan un paso de rueda que transforma la vista de este todocamino hacia una configuración más próxima a la de vehículo compacto que a la de todoterreno, que es desde donde se supone que se inspiran estéticamente estos vehículos.
Sea como fuere, la llegada del Hyundai Kona N Line viene impulsada por la inclusión de un nuevo propulsor 1.6 litros T-GDI de 200 CV que viene asociada a una caja de cambios automática de 7 velocidades, disponible para su motricidad como 2 ó 4 ruedas motrices.
Finalmente, hay que señalar que el paquete N Line no es exclusivo de la mecánica más potente en el nuevo Hyundai Kona sino que está disponible en cualquiera de ellas, de hecho, es posible equiparlo incluso con el motor más modesto, el 1.0 T-GDi de 120 CV, por ejemplo.
La electrificación se extiende en la gama del Hyundai Kona
Respecto de los motores, la actualización del SUV supone la revisión y modificación de los propulsores donde ahora, tanto el citado motor de 1 litro de cilindrada como el 1.6 CRDi cuentan con un sistema de hibridación ligera de 48 voltios, lo cual amplía el catálogo de Hyundai Kona con etiqueta ECO.
Y si hablamos de variantes sostenibles, el Hyundai Kona híbrido presentado a finales de 2019 mantiene su confianza en el conjunto motriz donde el bloque 1.6 GDi hace las veces de propulsor principal y se apoya en uno eléctrico cuya batería dispone de 1,56 kWh de potencia, eroga, en total, 141 CV y queda vinculado a una caja de 6 velocidades, de doble embrague. Para este caso, la equipación exterior ofrece también llantas exclusivas en 16 ó 18 pulgadas.
De momento, la variante 100 por 100 eléctrica queda a la espera de ser presentada.
Revisión y reformulación del habitáculo
Y, aunque los cambios más significativos entran por la vista nada más ver la apariencia del nuevo Hyundai Kona, en cuanto ‘nos subimos’ a bordo mediante las imágenes facilitadas por la marca, podemos ver que el salpicadero ha recibido también algunos cambios.
Las modificaciones hechas por los surcoreanos vienen a facilitar y a potenciar el uso y la experiencia durante el tiempo que se pase dentro del coche. Por ejemplo, las nuevas salidas de aire, con inspiración aeronáutica, las botoneras bajo la pantalla de la consola central o junto a la palanca de cambios, habida cuenta de la instrumentación tras el volante, renuevan e implementan la habitabilidad y el confort.
De momento no se ha facilitado el precio del nuevo Hyunda Kona llegará a los concesionarios antes de que finalice el presente año, salvo en el caso de la variante híbrida que hará su aparición ya en el siguiente, 2021.
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