Nuevo impuesto al CO2 en Cataluña para 2020
2020 servirá como año de salida para que Cataluña empiece a cobrar el impuesto CO2 a más de 3,6 millones de vehículos. Los 80 millones que se esperan recaudar, se destinarán a un fondo climático y de patrimonio natural.
El impuesto afectará a 3,6 millones de vehículos y se hará efectivo en el año 2020, concreta mente, el primer cobro se realizará en Noviembre de 2020.
Es el primer impuesto de esta clase en España, aunque, en 2017 la Generalitat de Cataluña lo aprobó aunque, por distintos motivos, no se llegó a aplicar. Este pasado verano, sin embargo, se aprobó la ley del Cambio Climático y con esta, vino la integración de esta nueva tasa.
Esta iniciativa nos recuerda también a los planes de restringir la circulación en Madrid Centro para bajar los niveles de contaminación…
El Gobierno español se ha mostrado en contra de la incorporation del impuesto, por tanto, ha intentado recurrirlo ante el Tribunal Constitucional, el cual, no ha validado su recurso…
Al parecer la incorporación del tributo se efectuará con la modificación de la Ley del Cambio Climático, es decir, estará aprobada en las próximas semanas…
El impuesto el día 31 de diciembre de cada año, sin embargo, no se cobrará hasta noviembre del año siguiente. La recaudación, una vez llegado Noviembre de 2020, se estima será de unos 40 millones de euros el primer año, y nada menos que 80 al siguiente.
La lucha contra la emergencia climática o preservar el patrimonio natural son algunos de los objetivos en los que se invertirá con la recaudación de este polémico impuesto. No sorprende demasiado, sobretodo si tenemos en cuenta la gran controversia que causa actualmente todo el tema del Cambio Climático.
Los fondos obtenidos se destinarán a luchar contra la emergencia climática y otro para preservar el patrimonio natural. Al menos parece que estos impuestos resultarán de utilidad, y contribuirán a aportar soluciones a algo tan controvertido como es el Cambio Climático hoy en día.
Por otro lado, el ejecutivo ha afinado un impuesto que será progresivo, es decir, quien más contamine más pagará, y por supuesto, tiene una notable complejidad técnica. Sin ir más lejos, el impuesto grava los gramos de CO2 por kilómetro que emite cada vehículo, un dato que antes no se contabilizaba en los datos de coches nuevos.
Este año los vehículos que generen una tasa a partir de los 120 gramos de CO2 empezarán a pagar la tasa. De esta forma se pagarán 11 euros de 120 a 140 gramos y 32 euros si se llega a superar la tasa de 170 gramos por emisiones por kilómetro. Los vehículos más afectados por este impuesto serán los de gasolina, que son al fin y al cabo los que más CO2 producen…
En 2020 la tasa se hará más exigente, y afectará a los vehículos a paritr de 95 gramos de CO2 por kilómetro. Por ejemplo, un Porsche Cayenne contamina 265 gramos de CO2 por kilómetro, lo que significa que pagará 127 euros y en 2020 su impuesto subirá a los 176 euros…
Sin duda este nuevo impuesto es, cuanto menos, controvertido y solo el tiempo dirá si ha resultado efectivo o por el contrario, un total y absoluto fracaso.
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