Nuevo libro revela los secretos del acuerdo de París desde dentro y su importancia global
El libro de Todd Stern, «Landing the Paris Climate Agreement», ofrece una visión detallada de las complejidades que llevaron al acuerdo climático de París y su relevancia hoy.
El libro de Todd Stern, Landing the Paris Climate Agreement, se adentra en uno de los momentos más cruciales en la historia de la diplomacia climática: la firma del Acuerdo de París en diciembre de 2015. Stern, como enviado especial de EE. UU. para el cambio climático, fue uno de los arquitectos de este pacto, y su relato ofrece una visión detallada y, en ocasiones, agobiante de las complejidades que conlleva negociar entre casi 200 países con prioridades y niveles de desarrollo tan diversos. El autor describe cada paso del proceso, incluyendo los momentos más tensos, las concesiones estratégicas y las pequeñas victorias que permitieron llegar a un consenso.
La batalla por el Acuerdo de París
Uno de los mayores logros de la obra es mostrar cómo la diplomacia climática evolucionó a partir de las negociaciones previas, en particular el acuerdo bilateral entre Estados Unidos y China, que sentó las bases para el Acuerdo de París. Stern explica cómo este acuerdo entre las dos mayores economías y emisoras de gases de efecto invernadero del mundo fue esencial para desbloquear las discusiones globales, allanando el camino hacia un consenso más amplio. En su relato, Stern pone de relieve el papel de la colaboración con China y su entonces principal negociador, Xie Zhenhua, una relación que Stern describe como tensa, pero fundamental para el éxito del acuerdo.
El precio del consenso
La narrativa de Stern no evita detallar las dificultades que enfrentaron las delegaciones a lo largo de las conversaciones, desde la redacción exacta de términos clave hasta los desacuerdos sobre el nivel de compromiso legal que debían asumir los países. En este sentido, Stern nos recuerda la enorme importancia de términos aparentemente menores como “adoptar” frente a “tomar nota” o las diferencias entre las palabras “deberá” y “debería” en los textos finales del acuerdo. Estas distinciones eran vitales para asegurar que el Acuerdo de París pudiera ser aceptado por países con contextos políticos tan diferentes como Estados Unidos, donde un compromiso vinculante requeriría la aprobación de un Senado dividido.
Uno de los episodios más memorables es la cumbre de Copenhague en 2009 (COP15), que fue un punto bajo en la diplomacia climática. Stern relata el caos detrás de las bambalinas, con anécdotas que van desde el intento del entonces presidente Obama de irrumpir en una reunión secreta entre China y otros países, hasta el gesto dramático de la negociadora venezolana Claudia Salerno, quien agitó su mano ensangrentada para enfatizar la desesperación de las naciones en desarrollo. Estos momentos de tensión revelan lo difícil que es conseguir un acuerdo climático multilateral, especialmente cuando los intereses de las grandes potencias y las pequeñas naciones insulares parecen irreconciliables.
Lecciones de la diplomacia climática
Uno de los méritos más destacados de Landing the Paris Climate Agreement es que Todd Stern no se limita a relatar los éxitos de la diplomacia climática, sino que también expone con honestidad sus limitaciones. La relación entre Estados Unidos y China, clave para las negociaciones, no estuvo exenta de momentos de tensión. Stern detalla cómo, en 2013, tuvo que defender a su homólogo chino, Xie Zhenhua, de críticas internas en Washington, subrayando la importancia de proteger las relaciones diplomáticas en un contexto donde el éxito dependía del equilibrio entre la confianza y la competencia. Años después, Xie se referiría a Stern como su “hermano menor”, una muestra del vínculo que, pese a las diferencias políticas, se forjó entre ambos.
A lo largo del libro, Stern revela que gran parte del trabajo de un negociador climático no se desarrolla en los plenarios oficiales, sino en encuentros más informales, a menudo en salas pequeñas o durante momentos inesperados. En una anécdota reveladora, Stern cuenta cómo aprovechar la Copa Mundial en Brasil para generar empatía con un negociador brasileño, un gesto que, aunque trivial, contribuyó a suavizar las discusiones. Estos detalles aparentemente pequeños reflejan las complejidades de la diplomacia, donde la confianza personal y las concesiones informales pueden ser tan importantes como las declaraciones oficiales.
El impacto duradero del Acuerdo de París
A pesar de los desafíos, el Acuerdo de París marcó un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático. Stern enfatiza que el éxito del acuerdo radica en su flexibilidad: en lugar de imponer compromisos rígidos, permitió que cada país estableciera sus propios objetivos de reducción de emisiones, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs, por sus siglas en inglés). Esta estrategia, aunque criticada por algunos por su falta de rigor, resultó ser una fórmula que muchos países podían aceptar, evitando así el colapso de las negociaciones, como sucedió en Copenhague.
Stern también destaca un punto crucial: la resiliencia del Acuerdo de París ante la retirada de Estados Unidos en 2017 bajo la presidencia de Donald Trump. Aunque este fue un golpe simbólico, el acuerdo no se derrumbó. Al contrario, el resto del mundo siguió avanzando, demostrando la solidez del marco negociado en 2015. Para Stern, esto fue una prueba del valor de un acuerdo inclusivo y flexible que, aunque imperfecto, supo adaptarse a las realidades políticas sin perder su objetivo principal: limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados Celsius.
¿Qué sigue después de París?
Al concluir el libro, Stern deja claro que el Acuerdo de París fue solo el comienzo de una larga batalla contra el cambio climático. Su relato subraya que, aunque la diplomacia es esencial, el verdadero desafío es la implementación efectiva de las promesas hechas en París. Para muchos países, especialmente los más vulnerables, la diferencia entre el éxito y el fracaso de este acuerdo global se medirá en las acciones concretas que se tomen para reducir las emisiones y adaptarse a los impactos climáticos.
La obra de Stern, en última instancia, no es solo una crónica del pasado, sino una advertencia para el futuro. Si bien la firma del Acuerdo de París fue un hito, su legado dependerá de la capacidad de la comunidad internacional para seguir cumpliendo sus compromisos en un contexto de crecientes desafíos políticos y económicos.
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