El nuevo Mini eléctrico recorre el Circuito de Nürburgring sin frenar

Una unidad del Mini Cooper SE es capaz de completar la vuelta al Circuito de Nürburgring sin tocar el pedal del freno

Para muchos amantes del mundo del motor el Circuito de Nürburgring es sinónimo de velocidad, riesgo y emoción pero para las marcas es el enclave fetiche para demostrar las cualidades de sus últimas producciones.

La reinvención de la industria del automóvil a la nueva era de los coches eléctricos lleva, no solo a crear una categoría que recoja los mejores tiempos de vuelta para coches 100 por 100 eléctricos sino que exige un nuevo portfolio de proezas como la realizada por un Mini eléctrico.

Y es que la firma británica perteneciente al grupo BMW ha puesto una unidad del nuevo Mini EV a circular sobre los casi 21 kilómetros de la pista del Nordschleife con la única premisa de que su conductor no tocara el freno.

Y es que, ya sea desde la distancia, habiendo visto una cámara a bordo, o habiendo experimentado dar una vuelta al circuito bien sea habiendo conducido con sus propias manos un coche o bien fuera como pasajero de uno de los diferentes Taxi Ring que existen, quienes conocemos este circuito se nos antoja casi imposible dar una vuelta sin tocar el freno, a menos que las velocidades sean pasmosamente bajas.

20,800 km sin frenar

Lejos de los conceptos preconcebidos, Mini ha demostrado que se puede completar el sinuoso circuito a un ritmo, digamos que, alegre sin pisar el pedal del freno y usando el sistema de regeneración energética para decelerar y, a la vez, recargar los acumuladores eléctricos del Mini Cooper SE.

Aunque aún no haya aún un vídeo que muestre la vuelta completa ni tampoco datos sobre la velocidad media o el tiempo invertido en completar una vuelta al Infierno Verde, el Mini más ecológico ha sido capaz de demostrar que el sistema Green Mode de regeneración energética es capaz de utilizar un trazado de carreras como fuente de energía, tanto para el coche como para sus usuarios ya que, completar una vuelta a Nürburgring es fuente de vitalidad y gozo, sea en un coche de carreras o en un coche eléctrico de producción.

El uso de este mítico emplazamiento, además de demostrar las capacidades técnicas del coche, es la de comprobar la calibración de los sistemas de regeneración en contextos poco o nada habituales para un coche así como es su uso en circuito.

Sea como fuere, el desafío era no tocar el pedal del freno del Mini Cooper SE durante toda una vuelta y, por lo que parece ser, el piloto de la unidad sometida a pruebas lo realizó con éxito, volviendo sano y salvo a la zona de asistencias y con el coche intacto, algo que no siempre pasa en un complicado circuito como es el Nürburgring-Nordschleife.