¿Un nuevo Pangea? Científicos advierten sobre el futuro supercontinente que hará inhabitable gran parte de la Tierra
El futuro supercontinente Pangea Última podría crear un clima extremo en la Tierra, con condiciones inhóspitas para los mamíferos, según advierten científicos.
En unos 250 millones de años, la Tierra podría transformarse en el supercontinente Pangea Última, un cambio que, según un estudio reciente, llevaría al planeta a condiciones extremas de calor y sequía, haciendo inhabitables vastas regiones y amenazando la vida mamífera.
Formación de Pangea Última
Pangea Última, también conocida como Pangea Próxima, es el nombre que se ha dado al próximo supercontinente que podría formarse en aproximadamente 250 millones de años a medida que las placas tectónicas de la Tierra continúan su movimiento constante. La formación de este supercontinente implicará el cierre de los océanos Atlántico e Índico, con las Américas colisionando con África y Eurasia. Australia, por su parte, se desplazará hacia el norte hasta unirse con el sudeste asiático, mientras que la Antártida se moverá hacia el norte, quizás uniéndose a América del Sur y África.
Estos movimientos geológicos no solo alterarán drásticamente la superficie de la Tierra, sino que también podrían desencadenar un aumento en la actividad volcánica y en la formación de montañas a medida que las placas se comprimen y subducen. Este es un ejemplo de la capacidad de nuestro planeta para transformarse radicalmente, mostrando la naturaleza dinámica y en constante cambio de su geología. Sin embargo, para las futuras formas de vida, este cambio implicaría condiciones climáticas extremas.
Un clima hostil para la vida
La formación de Pangea Última generaría un clima inhóspito y extremo en casi toda su superficie. Debido a su vasto tamaño, el supercontinente provocaría un efecto de “continentalidad”, que impediría la regulación de temperaturas por el océano, generando grandes fluctuaciones térmicas en sus regiones interiores. Los científicos también predicen que, dentro de 250 millones de años, el Sol será un 2.5% más brillante y cálido, intensificando aún más estas temperaturas.
Las áreas del centro de Pangea Última podrían experimentar temperaturas de entre 40°C y 70°C, creando extensas zonas desérticas donde la mayoría de las especies actuales no podrían sobrevivir. Los efectos del supercontinente también interrumpirían las corrientes oceánicas y los patrones de circulación atmosférica, lo cual dificultaría aún más la distribución uniforme del calor y el agua en el planeta. A medida que el albedo de la Tierra se reduzca por el desplazamiento de la capa de hielo antártica, los niveles del mar podrían aumentar, afectando las pocas áreas de costa que seguirían siendo habitables.
Impacto en la vida y posibles extinciones
El cambio climático extremo de Pangea Última amenaza con provocar una extinción masiva, especialmente entre los mamíferos, que podrían ser incapaces de soportar el calor sostenido y la falta de agua en la mayor parte del supercontinente. Solo entre el 8% y el 25% de la masa terrestre podría mantenerse habitable para los mamíferos, llevando a una intensa competencia por los recursos en las zonas costeras o de clima moderado, como los extremos polares. Esto podría propiciar el ascenso de especies de sangre fría, como los reptiles, que podrían adaptarse mejor a las nuevas condiciones y convertirse en los animales terrestres dominantes.
El escenario que plantea Pangea Última también sugiere que la vida en la Tierra podría evolucionar drásticamente en respuesta a estas condiciones extremas. Si bien el planeta no estaría completamente desprovisto de vida, las especies sobrevivientes necesitarían adaptarse a un entorno hostil, abriendo la puerta a la aparición de nuevas formas de vida especializadas en condiciones de calor y sequía extremos. Este supercontinente podría, en última instancia, propiciar un renacimiento de ecosistemas inusuales, similares a los que existían hace millones de años, alterando el curso de la evolución en el planeta.
Un desafío para la vida futura en la Tierra
La creación de Pangea Última es un recordatorio del poder transformador de las fuerzas geológicas de la Tierra y de los ciclos de supercontinentes que han moldeado nuestro planeta a lo largo de su historia. Con este cambio, el planeta podría ver no solo una transformación de su superficie, sino también una redefinición de los ecosistemas y de las especies que lo habitan. Para la vida que podría surgir en ese futuro lejano, las condiciones extremas de Pangea Última representarán un desafío monumental, y su estudio ayuda a los científicos a entender cómo se han adaptado las especies a cambios geológicos y climáticos en el pasado y cómo podrían hacerlo en el futuro.
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