El nuevo SUV eléctrico de smart estará emparentado con el Volvo XC40
Tras la alianza entre Daimler y Geely, el nuevo modelo de smart ya está de camino: un SUV eléctrico con tecnología procedente de China
smart, la marca cuya inicial se escribe en minúscula y que ni siquiera tras la alianza entre Daimler, propietaria de la firma, con el consorcio Geely, cambió esta aberración lingüística, ya ha dado luz verde a la fabricación del primer vehículo de esta singladura compartida.
Así, el nuevo automóvil que saldrá a partir del acuerdo entre ambos gigantes de la industria de la automoción, será, como no, un SUV. Un todocamino y eléctrico, dado que smart abandonó irremediablemente las mecánicas tradicionales convirtiéndose en una de las pioneras en asumir los esquemas 100 por 100 eléctricos en la totalidad de sus modelos: dos.
Sea como fuere, el tercer y nuevo smart, el SUV eléctrico, se pondrá a la venta en 2022 y lo hará una vez haya sido presentado, posiblemente, algo que sucederá a lo largo de este mismo año 2021.
Y es que los planes de fabricación parecen estar más a punto de entrar en acción, al menos en cuanto a lo que a su construcción se sabe puesto que, a colación con la presentación de la nueva plataforma modular SEA de Geely para la fabricación de vehículos eléctricos, la que resulta de la sucesión de las siglas, del inglés, Sustainable Experience Architecture, el todocamino de smart será ensamblado.
Un nuevo gallito en el gallinero SUV-B de eléctricos
Esta concepción, de una parte, hace entender que el nuevo SUV eléctrico de smart es toda una declaración de intenciones en cuanto a su objetivo: adueñarse del trozo más grande del pastel que se reparte entre los SUV-B eléctricos.
De esta manera, el futuro SUV eléctrico de smart rivalizaría contra, por ejemplo, generalistas como el Peugeot e-2008, pero, a la vez, contra su pariente lejano, el Volvo XC40 Recharge.
Esta singularidad enlaza con la condición de partir de la plataforma SEA comparte con la CMA para los vehículos de Volvo de ma misma condición, por lo que el de smart y el de Volvo compartirán algo más que una fuerte disputa comercial: tecnología y medios para su construcción. De hecho, mientras que el SUV eléctrico de smart se fabricará en China, en alguna de las instalaciones de Geely, mientras que el de Volvo hace lo propio en Europa, concretamente, en la planta de Ghent, en Bélgica.
Esto nos hace suponer que el de smart ande a la zaga del de Volvo en cuanto a prestaciones, aunque queden claramente diferenciados en cuanto a otros ámbitos como será el de estética exterior e interior, habida cuenta de la habitabilidad. Algo que esperamos salir de dudas durante este año.
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