Oliver Blume toma las riendas del Grupo Volkswagen
Herbert Diess forma parte ya de la historia de Volkswagen. Si su cese ha sido o no la decisión correcta lo comprobaremos de ahora en adelante
Tal y como estaba previsto, con el inicio del mes de septiembre Oliver Blume ha ocupado el cargo de director ejecutivo del Grupo Volkswagen, sustituyendo a Herbert Diess. Blume, que hasta ahora estaba al mando de Porsche, parece que compatibilizará ambos cargos, al menos por el momento.
Según los medios alemanes, una de las primeras medidas que va a tomar Blume como nuevo jefe del Grupo Volkswagen va a ser la de reducir el número de miembros de la mesa de dirección de la compañía, con el objetivo de que así se tomen las decisiones de forma mucho más rápida.
Como consecuencia de ello, Hildegard Wortmann -al frente del área de ventas- y Murat Aksel -responsable de compras-, renunciarán a los cargos que desempeñaban hasta ahora en la compañía. Una información que ha sido confirmada por la propia Volkswagen.
¿Qué va a cambiar en el Grupo Volkswagen con Blume?
La intención del nuevo director ejecutivo del Grupo Volkswagen es, al parecer, la de centrar todos sus esfuerzos en mejorar la estrategía, los niveles de calidad, el diseño y el software desarrollado por la subsidiaria Cariad. Así mismo, algunos departamentos de la compañía, como el relacionado con las adquisiciones, la investigación y el desarrollo, o el área de ventas dejarán de ser independientes y se integrarán en uno solo.
De este modo, reasignando la distribución de responsabilidades entre los altos cargos de la compañía, Blume va a reducir el número de miembros de la mesa de dirección de doce a nueve. Un movimiento opuesto al realizado anterioremente por Diess, que incrementó el número de miembros de la mesa.
Los medios alemanes destacan además que una de las áreas en las que va a haber más cambios dentro de la compañía es la relacionada con el desarrollo de software. Precisamente ha sido el retraso en el desarrollo del software lo que ha obligado a la compañía a aplazar el lanzamiento al mercado de algunos modelos, como el Porsche Macan eléctrico. Una situación que creó mucho malestar dentro de la compañía y que llegó a convertirse en uno de los principales motivos que impulsaron el cese de Herbert Diess.
Volkswagen va así a eliminar la restricción impuesta por Diess de que al menos el 60 por ciento del software deba estar desarrollado dentro de la compañía. Una decisión que supondrá que compañías como Continental o Bosch puedan jugar ahora un papel más destacado en este área.
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