A lo largo de esta década los camiones con pila de combustible de hidrógeno y los totalmente eléctricos deberán sustituir a los actuales
El olivo será parte de tu nuevo Ford, una manera de hacer más sostenible tu coche
El fabricante estadounidense ha preparado varios componentes con residuos del olivo que incorporará a sus futuros modelos eléctricos.
El olivo es uno de los árboles más presentes en Europa y otras regiones del mundo. Se trata de un cultivo que es muy popular y de su fruto se consiguen productos como el aceite de oliva, una de las joyas de la dieta mediterránea. También se consume su fruto como aperitivo, aunque el potencial de los olivos es mucho más interesante de lo que parece.
Durante la recolección de la aceituna se produce mucho residuo, como hojas y ramas rotas. Con ese material, Ford quiere fabricar elementos para sus modelos, que resultarán más sostenibles que las fabricadas con cualquier otro material.
Con el uso de estos residuos orgánicos, provenientes del olivo y la recolección de la aceituna, no solo se reduce el uso de plásticos en la fabricación de estos componentes de los coches. Además, se potencia la economía circular y se evita la quema de residuos, lo que favorece a la limpieza del aire en la zona de cultivo.
Por el momento, los ingenieros han realizado pruebas fabricando prototipos de reposapiés y partes del maletero. En las pruebas realizadas, se ha comprobado que son bastante resistentes, robustas y duraderas. Todos esos componentes están destinados a la fabricación de coches eléctricos.
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FORD COMPOLIVE
El origen de los residuos de los olivos que se están convirtiendo en estos componentes de los coches eléctricos provienen de los extensos olivares que se encuentran en Andalucía, sobre todo en Jaén. Una vez se determinó la posibilidad de utilizar este sistema, los ingenieros realizaron varias pruebas con simulación avanzada para determinar si el material era apto para este uso.
Las primeras piezas
Una vez comprobado que el material es adecuado, se pasó a la fabricación de las piezas. Para ello, se peparó una masa formada por un 40% de fibras orgánicas y un 60% de plástico de polipropileno reciclado. Este material se calentó e inyectó en moldes para dar forma a la pieza seleccionada.
Este proyecto recibe el nombre de COMPOlive y se desarrolló entre 2020 y 2023, aunque durante los años de las restricciones de la pandemia no se pudo trabajar con normalidad en ello. Ahora, el proyecto ha cuajado en estas soluciones, que posiblemente se integrarán pronto en los coches de la marca estadounidense.
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