Open R: así es la pantalla táctil del nuevo Renault Mégane E-TECH Eléctrico

Más allá de la electrificación total del sistema de propulsión o del diseño de su carrocería, el nuevo Renault Mégane E-TECH eléctrico estrena una importante innovación que hará las delicias de los conductores más tecnológicos: la pantalla Open R del sistema multimedia. Aunque en realidad no es una pantalla, sino dos, situadas en forma de «L»; una para la instrumentación digital, con 12,3 pulgadas, y otra en posición vertical en la zona central del salpicadero.

Renault se mantiene fiel a la ubicación de la pantalla central para el manejo del sistema multimedia en posición vertical, con el argumento de que es la mejor posición para poder manejarla sin perder la vista de la carretera. En el caso del nuevo Mégane E-TECH eléctrico esta configuración de pantalla flotante es posible gracias a la nueva plataforma CMF-EV, que ha permitido ganar espacio en el habitáculo desplazando el sistema de climatización hacia el vano motor.

Navegación basada en el ecosistema de Google

Pero no solo la posición es importante, sino la experiencia de uso. Renault asegura que se puede acceder al 90% de las funciones principales navegando por los menús con solo uno o dos clics. Gran parte de culpa es del nuevo procesador de tercera generación, que permite una fluidez en la pantalla hasta siete veces superior.

Aun así, es de aplaudir el hecho de que Renault no se haya apuntado a la tendencia cada vez más extendida de confiarlo todo a las pantallas táctiles. Bajo la pantalla vertical se dispone de una hilera de botones cromados que se integra en el diseño, pero que permite controlar los sistemas principales, como por ejemplo la climatización, sin recurrir a la pantalla táctil. El cristal utilizado para estas pantallas es de tipo «Gorilla Glass», templado y muy resistente a los golpes y con protección frente a los arañazos, además de contar con tratamiento antirreflejos y antihuellas.

El sistema OpenR Link del Mégane Eléctrico está basado en el sistema operativo Android OS, aunque eso no impide ofrecer compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay. Para la navegación se recurre a Google Maps, en una versión optimizada para adaptarse a los requerimientos de conducción de un coche eléctrico. Por ejemplo, puede sugerir rutas alternativas según el estado del tráfico, paradas para recargar o información del nivel de carga estimado en el destino. Los mapas se actualizan de forma constante.