OpenAI frena las imágenes de chatgpt porque “las gpus se están derritiendo”

Alberto Noriega     7 abril 2025     4 min.
OpenAI frena las imágenes de chatgpt porque “las gpus se están derritiendo”

OpenAI limita la generación de imágenes en ChatGPT tras una avalancha de usuarios y una moda viral de arte estilo Ghibli que saturó sus servidores.

El entusiasmo global por la nueva función de generación de imágenes de ChatGPT ha obligado a OpenAI a aplicar límites de uso apenas dos días después de su lanzamiento. La compañía reportó una demanda abrumadora que llevó al límite su infraestructura de GPUs, con Sam Altman, CEO de OpenAI, admitiendo que «se están derritiendo». Entre las razones del colapso: una tendencia viral donde los usuarios crean escenas estilo Studio Ghibli con IA. El fenómeno ha revelado tanto el poder creativo de la herramienta como los desafíos técnicos de escalar esta tecnología en tiempo real.

GPUs al límite en solo 48 horas

La nueva herramienta de generación de imágenes de ChatGPT —potenciada por el modelo GPT-4o— fue lanzada el 25 de marzo de 2025. Pero tan solo 48 horas después, OpenAI se vio forzada a imponer restricciones temporales. Los usuarios gratuitos están ahora limitados a tres imágenes por día, mientras que los niveles de suscripción más altos también verán restricciones adaptativas según la demanda del sistema.

El propio Sam Altman lo explicó con humor y honestidad en su cuenta de X: «Nuestras GPUs literalmente se están derritiendo.» Esta frase se ha vuelto viral y refleja la presión técnica extrema que enfrentó OpenAI ante una adopción masiva que superó incluso sus previsiones internas.

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La moda viral que saturó todo: Ghibli AI

Uno de los catalizadores del colapso fue una inesperada tendencia viral: crear imágenes de anime al estilo de Studio Ghibli. Usuarios de todo el mundo comenzaron a recrear escenas famosas de películas, eventos históricos y momentos personales como si hubieran sido dirigidos por Hayao Miyazaki.

Estas ilustraciones, altamente compartibles en redes sociales, generaron un pico masivo de tráfico y pusieron a prueba los límites de la infraestructura de OpenAI. La creatividad colectiva se convirtió en un fenómeno global… y en un problema técnico. Este caso demuestra el poder viral de las herramientas generativas, pero también la fragilidad de los sistemas ante un entusiasmo descontrolado.

Qué puede hacer la IA con tus imágenes

La función de imágenes 4o de ChatGPT va más allá de generar escenas estáticas. Permite modificar rostros, editar fondos, agregar objetos y rehacer regiones específicas de imágenes con instrucciones simples en lenguaje natural. En comparación con DALL·E 3, el nuevo sistema ofrece mayor precisión, más control sobre las ediciones y menos restricciones, incluso permitiendo recreaciones realistas de personas famosas.

Aun así, OpenAI ha implementado filtros éticos estrictos para evitar contenido gráfico, sexual o violento. Las protecciones se basan en múltiples capas de revisión algorítmica y contextual, buscando un equilibrio entre libertad creativa y responsabilidad social.

Chatgpt

Fallos, errores y desafíos por corregir

A pesar de sus capacidades impresionantes, la herramienta todavía tiene limitaciones técnicas notables. Usuarios han reportado errores en la edición localizada de imágenes, dificultades para mantener coherencia en rostros a lo largo de iteraciones, y problemas con el renderizado de texto multilingüe o visualizaciones técnicas.

También se han documentado falsos positivos: solicitudes completamente apropiadas que fueron rechazadas por error. OpenAI ha reconocido estas deficiencias y afirma que ya trabaja en actualizaciones que refinen el sistema de validación y mejoren la fidelidad visual. La empresa se encuentra en una carrera continua entre expansión, control de calidad y mantenimiento del rendimiento bajo demanda masiva.

Cuando la creatividad supera a la tecnología

Lo ocurrido con la función de imágenes de ChatGPT deja en claro un punto clave: la velocidad a la que los usuarios adoptan y empujan las herramientas de IA suele ser más rápida que la capacidad de escalar su infraestructura. Este desfase entre deseo humano y capacidad técnica podría convertirse en uno de los dilemas recurrentes en la evolución de la IA generativa.

El frenesí creativo global no solo dejó en evidencia el entusiasmo masivo, sino también la necesidad urgente de repensar cómo se gestionan recursos como GPUs a escala planetaria. En un futuro cercano, la creatividad digital podría depender tanto de la imaginación como del silicio.

Y, por ahora, si quieres tu escena de Ghibli personalizada… tendrás que esperar tu turno.

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