Lawrence Stroll podría estar estudiando las opciones acerca del futuro del hipercoche híbrido de más de 1.000 CV en las que entra cancelar el proyecto
Peugeot trabaja en un hipercoche híbrido de carreras que tendrá réplica como deportivo de calle con, como poco, casi 700 CV
A partir del concepto Neo Performance nacerá el hipercoche híbrido de Peugeot, un modelo con variante de competición y otra de calle
Hubo una época, en las últimas décadas del siglo pasado, donde Peugeot apostaba, no solo por la competición sino por trasladar las tecnologías utilizadas en sus coches de competición a sus coches de calle. Vehículos tan brutales como el Peugeot 205 T16 o tan emocionantes como el Peugeot 405 T16 daban réplica en las carreteras ordinarias a la hegemonía que, sobre todo en rallyes, hacía de la marca del león una de las más temidas. Pero Peugeot Sport también lo intentó en circuitos y, no solo con las copas monomarca, sino con prototipos como el Peugeot 905 y después, con la revolución comercial del diésel, el Peugeot 908 FAP, tuvieron como objetivo prioritario la victoria en las 24 horas de Le Mans, como escaparate dentro y fuera del automovilismo de competición, algo que sucedió y que esperan volver a ocurrir a partir de 2022 con la introducción del nuevo hipercoche de Peugeot en su variante de carreras.
Así, con el mítico entorno del Circuito de La Sarthe, el equipo de Peugeot Sport Engineered junto con uno de los socios históricos del constructor de automóviles, ahora, la compañía energética Total, junto con el especialista tecnológico SAFT, combinarán sus esfuerzos en poner en la pista en el año 2022 un hipercoche de Peugeot que tendrá su versión homologada para circular por la calle como coche de producción.
Y es que así lo exige el reglamento de la nueva categoría Le Mans Hypercar, con una exigencia de fabricar, al menos, 25 unidades homologables para transitar por carretera ordinaria, el coche que luzca el emblema de Peugeot deberá ofrecer, además de los vehículos de competición, la variante comercializable, aunque sea como pieza de coleccionista.
Como otros constructores ya han hecho, con Toyota haciendo lo propio durante el mismo fin de semana que volvían a conseguir la victoria en la prueba de resistencia por antonomasia, y otras marcas pendientes de las idas y venidas provocada por el tsunami que ha generado la crisis de la Covid-19, Peugeot anuncia su entrada en la nueva categoría y, por ende, en una nueva liga, la de los hipercoches híbridos de calle.
Esto supone la adopción de un contexto que, cuanto menos, da a entender que Peugeot, de una u otra forma, debería poner en los concesionarios un vehículo electrificado con su logotipo y su nombre capaz de plantar cara a coches híbridos de unos 1.000 CV de potencia extraídos a partir de una configuración motriz donde, la unidad de propulsión eléctrica principal fuera instalada en el eje delantero, quedando el bloque animado por gasolina en posición, o bien central, o bien trasera.
Respecto del primer motor, el eléctrico, la norma dice que no puede superar los 200 kW, o, cuya conversión a CV son a 268, pero Peugeot ya ha avisado que el concepto presentado dispone de 500 kW, equivalentes a 680 CV. Además, el bautizado, de momento, como Neo Performance dispone de tracción integral.
Desde ahora, el esfuerzo de Peugeot junto con sus socios de aventura, será la de poner en pista un sucesor del laureado Peugeot 908 FAP y un rival, por ejemplo, para el anticipo como vehículo de preproducción del Toyota GR Supra Sport, que ya sabe lo que es pisar la sin igual pista de Le Mans.
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