Los Lucid Air de fabricación en serie, cerca de entrar en producción
Peter Rawlins, CEO de Lucid Motors, dirige unas palabras, reflexionando sobre los acontecimientos y situaciones clave de 2021 para la marca
Peter Rawlinson, director ejecutivo de Lucid Motors y mecenas de la marca, ha dedicado un tiempo de su actividad para publicar una misiva a los seguidores, clientes e interesados por el futuro de la marca californiana.
De entrada, el máximo responsable de la marca hace repaso a 2020, el año clave de la firma. Un ejercicio en el que no solo se dio a conocer el Lucid Air sino que, incluso, se ha abierto el libro de reservas de uno de los coches eléctricos más interesantes presentados durante un prolífero año.
Un año recordado por la pandemia, circunstancia que llevó a retrasar, ligeramente, los planes de Lucid Motors para el alzamiento de su factoría en Arizona. Inaugurada en diciembre, desde aquí se anuncia un hecho más que importante de cara a la entrada a producción en algún momento de la próxima primavera del vehículo que llegará a sus clientes pocas semanas después.
La nueva generación de prototipos de Lucid Air ya están faenando
Y es que la segunda generación de prototipos del Lucid Air, llamados de manera interna, los vehículos Beta 2, vienen a reemplazar a los Beta 1, aquellos que fueron fabricados en las instalaciones de Newakr, California, y que tienen a bien lucir una librea de camuflaje diferente a los iniciales, ésta ignota hasta la fecha, evocadas en el Gran Cañon y Yosemite, haciendo referencia tanto a los dos estados donde Lucid Motors tiene sus enclaves principiales.
Esta nueva camada de vehículos de test salidos de las nuevas instalaciones de Casa Grande ya están en activo, de hecho, han demostrado que, aquella primera familia de pioneros, ha cumplido con sus cometidos, haciendo de los prototipos de última construcción sustancialmente mejores que los originales según indica Rawlins.
Estos últimos vehículos están más próximos a los que finalmente serán producidos de manera masiva, de hecho, son los que acercan esa actividad, la de fabricar las primeras unidades dispuestas para ser vendidas al público, las que ponen de manifiesto la proximidad de este hecho.
Una singladura que no tendrá siempre el viento de cara, como reconoce el propio empresario.
Si 2020 fue importante para Lucid Motors, 2021 es clave
De hecho, pone dos condicionantes extremadamente decisivos en el desarrollo del programa del Lucid Air, ajenos, en teoría, al propio e inherente proceso de ensamblaje.
Ambos, en referencia a que 2021 es un año clave para los Estados Unidos. De una parte, la propia industria automovilística vira irremediablemente hacia la electrificación masiva. Esto puede producir desde una competitiva y feroz luchas por ofrecer productos que, a la postre, deberán distinguirse por su calidad, en todos los sentidos, por lo que Rawlins apuesta a que el Lucid Air estará «por encima de cualquier» otro vehículo de la competencia.
El otro aspecto que ocupa o preocupa al ejecutivo es la entrada del nueva administración estadounidense, la dupla Biden-Harris, una vez ha jurado su cargo, deberá, según el demiurgo de Lucid Motors, encabezar la transición de industria automovilística norteamericana sumida y convencida de que la lucha contra el cambio climático sea el referente de la actividad y no un condicionante.
Para acabar este epítome, Rawlins cierra anunciando lo que también dimos cuenta de ello que es la ampliación de los hasta ahora 5 puntos de atención al cliente de Lucid Motors de hasta 20 antes de que acabe de 2021, dispuestos, de momento, todos en territorio nativo de la marca, de cara, no solo a una ubérrima comercialización del Lucid Air sino, también, en función y a colación con el avance en el Project Gravity y que dé lugar al nuevo vehículo y primer SUV de Lucid.
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