¿Habrá un Porsche 911 eléctrico?
La llegada de un Porsche 911 eléctrico supondría un auténtico sacrilegio para los más puristas, pero ¿Realmente es viable?
La electrificación está llegando a todas las marcas y Porsche no podía ser menos, por lo que el pasado año conocimos el que se ha convertido en su primer coche eléctrico, el Porsche Taycan. La marca de Stuttgart es una de las que más fieles seguidores tiene en el mundo y, además, muchos son realmente puristas.
Estos han tenido muy mala vida en los últimos años: se tiraron de los pelos cuando en 2003 el fabricante decidió lanzar el Porsche Cayenne y en 2010 cuando volvieron a ser polémicos con una gran berlina, el Porsche Panamera. Además, la marca decidió montar motores diésel bajo sus capós, una decisión que a muchos les pareció un auténtico sacrilegio.
La electrificación ya hizo que perdieran la batalla, pero todavía tenían algo en lo que confiar: el Porsche 911. Bien es cierto que en la generación 991 ya tuvieron un primer sobresalto con la desaparición de los motores atmosféricos para pasar a turboalimentarse, aunque después de haber probado el nuevo Porsche 911, podemos decir que los miedos son infundados.
Aún rondaba una noticia por el aire que podría acabar con la devoción por la marca de estos parroquianos: la llegada de un Porsche 911 eléctrico. No es ninguna sorpresa que el mítico deportivo de la marca tendrá una versión híbrida, aunque todavía no sabemos cuándo llegará al mercado.
¿Es viable desarrollar un Porsche 911 eléctrico?
Parece que el siguiente paso era hacer una versión cero emisiones. Sin embargo, Frank Steffen Walliser, responsable del producto, ha declarado que por el momento, es inviable transformar el modelo en un eléctrico ya no sólo conservando sus cualidades dinámicas, sino mejorándolas.
Según Walliser, el Porsche 911 ha crecido con los años, pero su batalla sigue siendo demasiado corta y su posición de conducción muy baja. Por lo tanto, no hay espacio ni en la parte delantera ni en la trasera para colocar un paquete de baterías.
La solución sería poner una batería de menores dimensiones, aunque esto repercute directamente en su capacidad y, por tanto, a su autonomía. Además, el peso del conjunto aumentaría considerablemente, por lo que el comportamiento dinámico también saldría perjudicado.
Sin embargo, este problema de báscula no sería un problema para Porsche, y es que el responsable de producto ha afirmado que sería “solventable a base de dinero”. No sería la primera vez que lo hacen, puesto que la carrocería de aluminio y materiales compuestos de la primera generación ya implicó un gran desembolso.
Otro de los problemas de un hipotético Porsche 911 eléctrico es que los asientos traseros desaparecerían para dejar espacio a las baterías. Es verdad que estos son testimoniales y no le desearíamos ni a nuestro peor enemigo hacer un viaje en ellos, pero implicaría perder la clásica configuración 2+2, lo que haría que los más puristas se arrancaran los últimos pelos que les queden –si todavía les quedara alguno-.
Por lo tanto, parece que no habrá un Porsche 911 eléctrico, y es que por el momento la marca se tendrá que conformar con el Porsche Taycan que ya prepara su desembarco en los concesionarios y con la versión Cross que ya se cazó en la nieve.
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