Los Porsche eléctricos de carreras tendrán baterías desarrolladas junto a BASF
Las baterías de alto rendimiento de Porsche llegarán al mercado en 2024, con BASF como socio para el desarrollo.
Hace apenas un mes, como parte de su ofensiva eléctrica, Porsche anunció la creación de la empresa Cellforce Group GmbH, destinada a la producción de celdas de alto rendimiento para la fabricación de baterías en el Centro de Desarrollo de la marca en Weissach.
El objetivo marcado por Porsche es alcanzar una capacidad mínima anual de producción de 100 Mwh, lo que sería el equivalente a las baterías de alto rendimiento para 1.000 coches eléctricos de altas prestaciones. Y cuando hablamos de coches de altas prestaciones, nos referimos también a la competición.
Ánodo de silicio para unas baterías con más densidad de potencia
Estas baterías de alto rendimiento están basadas en una tecnología que utiliza silicio para el ánodo, lo que permite aumentar la densidad de potencia y, por lo tanto, ofrecer el mismo contenido de energía con un tamaño más pequeño… o más energía a igualdad de tamaño.
Además, la nueva química tiene un efecto adicional: reduce la resistencia interna de la batería, lo que permite mejorar el rendimiento a la hora de recargar con carga rápida y absorber más energía en el funcionamiento en las fases de recuperación.
Cuando el pasado mes de junio se anunció la creación de esta empresa conjunta entre Porsche y Customcells, para crear Cellforce Group GmbH, ya se anunció que el socio en el desarrollo de celdas para estas baterías sería BASF. Ahora se ha formalizado y se han dado más detalles sobre esta asociación.
BASF proporcionará en exclusiva los materiales activos para el cátodo de alta energía para el desarrollo de celdas que permitan baterías con alta densidad de energía y cargas rápidas. Según Michael Steiner, responsable de desarrollo técnico de Porsche, las fuentes europeas actuales para obtener níquel y cobalto utilizado en la fabricación de baterías, así como la seguridad de suministro y las rutas cortas de transporte desde las sedes, fueron los argumentos decisivos para trabajar con BASF.
El trabajo ahora es adaptar los materiales activos de cátodo a los requisitos de los ánodos de silicio de próxima generación, además de poner en marcha el nuevo concepto desarrollado junto a BASF para recuperar y devolver a la cadena de reciclaje de ciclo cerrado los residuos creados en la fabricación de baterías.
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