Potencia o velocidad: ¿qué es más importante en el tiempo de recarga de un coche eléctrico?
A la hora de elegir un coche eléctrico cuando hablamos de carga rápida es más importante la velocidad que la propia potencia máxima de carga.
Audi nos lo deja bien claro con el ejemplo del Audi e-tron: a la hora de recargar un coche eléctrico en un poste de carga rápida lo importante es la curva de carga ideal, que viene determinada por la velocidad de carga, más que por la potencia de pico máximo que el sistema permita alcanzar.
¿Qué quiere decir esto? Pues que un coche puede estar preparado para soportar potencias de carga de 150 kW, como es el caso del Audi e-tron y del Audi e-tron Sportback. Pero si durante el proceso de recarga rápida, el sistema no puede utilizar esa potencia durante una gran parte del mismo, su eficiencia puede ser menor que el de otro coche en el que el pico de potencia máxima de carga anunciado sea inferior, pero pueda mantenerse durante más tiempo.
Dicho de otra forma: de poco sirve anunciar una capacidad para cargar la batería con una potencia elevada si solo puedes utilizarla durante un corto período de tiempo mientras dura la recarga.
El ejemplo del Audi e-tron
El sistema de batería del Audi e-tron es el mejor ejemplo de la importancia que tiene el hecho de que la batería admita un consumo alto de corriente eléctrica durante gran parte del proceso de recarga. Y aquí entra en juego la denominada “curva de recarga”.
Como se puede apreciar en el vídeo, correspondiente a la recarga de un Audi e-tron 55 en un terminal HPC de alta potencia con 150 kW, la curva en este caso se caracteriza por la continuidad. El sistema de gestión de la batería hace que sea posible recargar entre el 5 y el 70% del umbral de potencia máxima antes de reducir los niveles de corriente, cuando en otros sistemas lo normal es que el pleno rendimiento se alcance únicamente en el denominado “pico” de la curva.
En el caso del Audi e-tron 55, la batería alcanza el 80% de su capacidad en un terminal a 150 kW de potencia en unos 30 minutos. A partir de aquí, y aunque la recarga del último 20% restante en una batería de iones de litio requiere proporcionalmente mucho más tiempo, el e-tron solo necesita alrededor de 45 minutos para cargar desde el 5 hasta el 100%. Un registro que marca diferencias.
Sofisticada gestión térmica: más rápidez, menor degradación
La batería del Audi e-tron 55, con una capacidad de 95 kWh, también ha sido diseñada para un largo ciclo de vida, lo que se consigue con una gestión térmica muy sofisticada, que influye también en el rendimiento. Aquí se utilizan cuatro circuitos con unos 40 metros de líneas por las que circulan 22 litros de refrigerante.
Este refrigerante disipa el calor que se genera durante el proceso de carga rápida con corriente continua y 150 kW de potencia. Además, mantiene la temperatura de la batería en un rango de entre 25 y 35 grados centígrados, que es el más óptimo cuando se le exige al motor el máximo rendimiento, o incluso si en el exterior las temperaturas son muy frías.
Información de interés relacionada
–Claves para recargar un coche eléctrico
–Cómo alargar la vida de la batería de tu coche eléctrico
–La carga rápida: ¿el enemigo de las baterías de los coches eléctricos?
–Así se degrada la batería de un coche eléctrico con el uso
Comentarios cerrados