Anunciado el precio del Peugeot 508 PSE ¿están justificados los PHEV ‘deportivos’?

No negaremos que la publicación del precio del Peugeot 508 PSE y de su variante como precio del Peugeot 508 SW PSE nos ha dejado helados. Como viene siendo habitual, la asunción de un esquema como híbrido y enchufable supone un aumento considerable del precio respecto de la mecánica sin electrificar equivalente o, más aún, de la configuración que parte del mismo propulsor de gasolina sin vínculo alguno con un propulsor eléctrico adicional.

Sea como fuere, el anuncio del coste del Peugeot 508 PSE desde 62.200 euros y desde 63.400 para la variante ranchera pone en el catálogo del buque insignia de Peugeot a las versiones Peugeot Sport Engineered en lo más alto del rango hegemónico.

Con una gama, la del nuevo Peugeot 508, que parte desde 27.600 euros para el de PureTech 130 EAT8 y acabado Active, 1.200 euros más para el SW, el hasta la fecha más caro era el Peugeot 508 GT Pack Hybrid 225 e-EAT8 de 224 CV desde 53.550 €,  y 54.750 para el familiar.

Ahora, con una diferencia de 8.850 euros, para la berlina, y de 8.650 €, para el de cajón de volumen ampliado, nos cuesta justificar que disponer de un vehículo generalista, de corte y arquitectura deportivo, justifique una diferencia de casi 9.000 euros más, respecto del que fuera tope de gama, habida cuenta de encontrar compradores que consideren que comprar por más de 60.000 euros un coche así que, en sus variantes más modestas nos han parecido sensacionales, merece la pena.

¿Por qué cuesta más de 60.000 euros un Peugeot 508 híbrido enchufable?

Entendemos que la diferencia de precio entre un Peugeot 508 híbrido enchufable de 225 CV y el desarrollado por Peugeot Sport Engineered se basa, a groso modo, en equipar un esquema motriz apoyado el sistema de tracción integral y que aumenta la potencia hasta un total de 360 CV (135 caballos más que el otro etiqueta CERO de los 508), dispone de un par motor máximo de 520 Nm, y una posibilidad de hacer el sprint partiendo desde parado en tiempos, de antaño, de deportivo de altas prestaciones: 5,2 segundos.

Una cifras que donde realmente deberían destacar sería en circuito, en una jornada de tandas o track day, o en una carretera revirada donde el incremento en la inversión en la compra de un Peugeot 508 PSE debería reportar andanadas de dopamina y serotonina explotando desde el cerebro y distribuyendo placer por cada célula de quien comande estos coches que, entre otras cosas, cuentan con un repositorio de elementos diferenciadores que causa esta sustancial discrepancia de costes.

De hecho, la marca anuncia el uso de tecnología de impresión 3D para la fabricación de algunas piezas. La calandra presenta un diseño diferente, más incisivo y eficiente de cara a mejorar el flujo y canalización del aire. Lo mismo que el paragolpes delantero que presente unas generosas oquedades a modo de pontones aerodinámicos.

Como es menester en este tipo de producciones, el juego de llantas es exclusivo y, como es menester, harto diámetro, 20 pulgadas, bien para crear un efecto de mayor volumen de las ruedas, bien para resultar funcionales de cara a la refrigeración del sistema de frenado.

El interior cuenta con detalles propios que aportan, además de un incremento del precio del Peugeot 508 PSE y de su variante SW resultan casi obligatorios en y para un coche de esta orientación deportiva, como son los asientos «Comfort-Fit» que, para más INRI, están tapizados con una combinación única de tela, Alcantara y cuero Nappa Mistral, con pespuntes de color Kryptonita y Tramontane y que, a pesar de fomentar el confort, entendemos, suponen un considerable aumento de peso, con lo que esto conlleva en materia de eficiencia energética y comportamiento sobre el asfalto, ya que cuentan con un sistema de calefacción y otro de función de masaje.