Probamos el Audi e-tron: 5 cosas que tienes que saber si estás pensando en el SUV eléctrico de Audi
El Audi e-tron es el primer coche eléctrico que Audi pone en el mercado. Ya lo hemos probado, y te contamos las claves a tener en cuenta para comprar uno
El Audi e-tron es el primero de los cuatro coches eléctricos que Audi pondrá a la venta en los próximos años. Le seguirá la versión e-tron Sportback, un deportivo y la variante de producción del prototipo Audi Q4 e-tron concept.
Mientras se amplía la oferta, el Audi e-tron es una alternativa real no solo a los SUV de gama alta de la propia Audi, el Q7 y el Q8. Por capacidad de representación, lujo y confort, e incluso por dinamismo, también puede serlo a un A7 Sportback, por ejemplo.
Por todo lo que supone, probablemente sea el Audi e-tron uno de los coches de la marca de los cuatro aros de los que más se ha hablado antes de su llegada al mercado. Pero ahora tocaba ponerse a sus mandos en la presentación nacional a la prensa realizada en Bilbao. Y ya podemos trasladar a la práctica todo lo que nos decía la teoría. Empezamos.
Potencia, prestaciones y comportamiento
Ni lo dudes. Con una potencia de hasta 408 CV “eléctricos”, el Audi e-tron se mueve con una agilidad sorprendente, a pesar de sus 2,5 toneladas de peso. Recuerda que tiene dos motores, uno para las ruedas delanteras con 184 CV, y otro para las traseras con 224 CV. Pero el peso no influye de forma negativa en la conducción.
Eso sí, tienes que saber que la potencia máxima se obtiene únicamente en modo Sport, y durante un máximo de 8 segundos. En el modo de conducción normal, la potencia se queda en 360 CV, y en este caso se entrega durante un máximo de 60 segundos. Son estrategias que utilizan los coches eléctricos para proteger la batería.
La aceleración de 0 a 100 km/h da una idea de su dinamismo: 5,7 segundos en el modo “boost” de máxima potencia, 6,6 segundos en modo normal. En cualquier caso, cifras propias de un deportivo. La velocidad máxima está limitada a 200 km/h.
En autopistas y autovías, el Audi e-tron se desplaza con un confort y una suavidad sorprendentes. En zonas de curvas, lo que sorprende es que un coche tan grande y tan pesado admita de buen grado una conducción “Sport”. Como en otros coches eléctricos, no hay cambio de marchas como tal. Las levas del volante se utilizan para seleccionar el nivel de recuperación de energía.
También puede utilizarse el pedal del freno y la anticipación para conducir buscando la máxima autonomía: en la primera parte de recorrido del pedal de freno, el sistema decelera de forma eléctrica, transformando energía cinética en electricidad que se almacena en la batería. Y lo hace de forma muy eficiente.
De serie, el e-tron lleva suspensión neumática, que hace posible subir o bajar la altura de la carrocería en función de la situación de conducción: autopista, carretera bacheada e incluso caminos. Sí, el Audi e-tron también cumple como SUV. Al menos, de forma similar a como lo haría un Audi Q8: no más allá de pistas y caminos que no estén muy rotos, con la seguridad a la hora de seguir avanzando que aporta la tracción total eléctrica. Cada motor reparte la potencia a las dos ruedas de su eje en función de la adherencia.
La autonomía real del Audi e-tron
Uno de los puntos “sensibles” a la hora de comprar un Audi e-tron es la autonomía. Porque, al igual que en los coches con motor térmico, los eléctricos tampoco cumplen en uso real con el consumo (esto es, la autonomía) que dicen las cifras de homologación. Aquí puedes leer cómo influye el ciclo WLTP en la autonomía de los coches eléctricos.
La teoría dice que el Audi e-tron tiene una autonomía máxima de casi 420 km, gracias a su enorme batería de 95 kWh de capacidad. En la práctica, como en todos los coches eléctricos –y más si son grandes y potentes–, esa autonomía puede quedarse fácilmente en menos de 250 km en el caso más desfavorable.
Hablamos de conducción muy deportiva o a alta velocidad por autopista, exigiendo al máximo a los sistemas auxiliares del coche, como la climatización. Con el inconveniente de los tiempos de recarga necesarios si no tienes cerca un punto de carga rápida, como veremos más adelante.
Y es que no es fácil cumplir con el consumo medio homologado, que oscila entre los 22,5 y los 26,2 kWh cada 100 km, según Audi. Durante nuestra toma de contacto hicimos algunas comprobaciones, a falta de confirmar en una prueba más a fondo. Y el resultado es que lo más razonable es que pienses en una autonomía real que estará más cercana a los 300 que a los 400 km. Eso sí, sin preocuparte para nada de ser “eficiente”.
En modo “ECO”, cuidando mucho el acelerador y anticipando la conducción para recuperar energía en la frenada, puedes quedarte en unos 25 kWh cada 100 km que casi te acercan a los 400 km de autonomía, a los que llegarás a poco que el recorrido incluya mucha ciudad.
¿Suficiente para afrontar un viaje largo? Depende de cómo planifiques la recarga.
La recarga del Audi e-tron: en casa y en ruta
Y es que Audi ha pensado en todo. Pero puede que no sea suficiente… al menos hasta que contemos con la infraestructura pública adecuada.
Porque el Audi e-tron está preparado para carga rápida con potencias de hasta 150 kW. Eso quiere decir que en media hora puedes tener lista la batería de nuevo con el 80% de su capacidad para seguir “carretera y manta”. Pero postes de carga rápida con esa potencia todavía se cuentan casi con los dedos de una mano, al menos en España.
Son más corrientes los de 50 kW, que implican parar a “repostar” una hora y media, aproximadamente. Hay que planificar muy bien el viaje, si es que quieres viajar con el e-tron. Algo que, por otro lado, admite sin problemas, con un habitáculo muy espacioso y confortable. Y con un maletero que alcanza los 600 litros de capacidad, con 60 euros adicionales en la zona delantera, un hueco ideal para dejar los distintos cables de recarga. En habitabilidad y maletero, podemos decir que el e-tron está a la altura del Audi Q8.
Pero sigamos con la recarga. De serie, el e-tron incluye un cargador con una potencia de hasta 11 kW. Eso quiere decir que cargar la batería en un enchufe doméstico puede llevarte entre 8 y 12 horas (para el 80% o el 100% de su capacidad), siempre y cuando tengas una instalación trifásica de 400 voltios.
Si lo que tienes es una red convencional monofásica de 220 voltios, mejor déjate aconsejar por el electricista que la propia Audi se encargará de mandarte a casa: con la potencia que normalmente se tiene contratada en un domicilio particular, tardarías en cargar el e-tron más de 30 horas, que se quedarían en unas 18-20 horas si subes la potencia contratada para aprovechar los 7,2 kW de potencia del cargador instalado a bordo.
En breve Audi ofrecerá en opción un cargador con una potencia de hasta 22 kW, lo que reduciría el tiempo de carga a unas 6 horas. Insisto, siempre que la instalación lo admita, y que tengas contratada esa potencia.
Lo que sí está muy bien resuelto es todo lo que tiene que ver con el proceso de carga remota y la gestión de la misma a través de la aplicación myAudi. También ayuda el planificador de rutas e-tron, que marca la navegación teniendo en cuenta los postes de recarga disponibles durante un recorrido.
Audi piensa en todo, y ya tiene en marcha en Espala el servicio e-tron Charging Service, para acceder a puntos de recarga operados por distintas empresas, utilizando una tarjeta asociada a un contrato individual de recarga.
Los retrovisores virtuales: ¿merecen la pena?
Audi se ha atrevido a poner en el mercado un coche con una solución para los retrovisores que llevamos años viendo en prototipos de salón: los espejos retrovisores virtuales. Y por fin hemos podido probarlos en conducción real.
Tienen varias ventajas. La primera es que permiten rebajar el coeficiente aerodinámico de 0,28 a 0,27. Esto incide directamente en dos apartados que son clave en un coche eléctrico. Por un lado, menor consumo y, por lo tanto, más autonomía. Por el otro, más silencio de marcha, que siempre es algo importante en un coche en el que el ruido aerodinámico va a primar sobre el mecánico.
Si se equipan opcionalmente como alternativa a los espejos retrovisores tradicionales, el precio está en torno a los 2.000 euros. A partir del acabado sport, son de serie.
Funcionan muy bien, aunque requieren un período de adaptación que al principio se antoja un poco largo. Cuesta acostumbrarse a bajar la vista a la zona de la puerta, donde se encuentra la pantalla, especialmente en el lado derecho.
No es una funcionalidad que me haya entusiasmado, al menos de primeras. Si eligiese un e-tron básico, invertiría antes lo que cuestan en otras opciones. Pero si vienen de serie, no debes preocuparte aunque al principio no te sientas cómodo. Al final, te acabas adaptando, y tienen muchas ventajas, además de las mencionadas, en situaciones en las que hay baja luminosidad o se producen reflejos.
Precio y equipamiento: ¿qué otro Audi me puedo comprar?
Por los 82.500 euros (redondeando) que cuesta un Audi e-tron en su versión básica (ya muy bien equipado de serie) tienes muchas posibilidades en la gama de la marca de los cuatro aros, si pensabas en un eléctrico pero no termina de convencerte eso de depender de un enchufe. Estos son los precios:
e-tron 55 quattro: 82.450 €
e-tron 55 quattro advanced: 88.750 €
e-tron 55 quattro sport: 95.460 €
e-tron 55 quattro black line: 96.960 €
Un SUV muy parecido en tamaño, igual de lujoso, refinado y confortable, es el Audi Q8. Y con ese presupuesto puedes incluso elegir entre los 340 CV del Q8 55 TFSI quattro tiptronic de gasolina, o los 286 CV del 50 TDI quattro tiptronic con motor turbodiésel. Además, gracias a la tecnología Mild-Hybrid, las dos versiones cuentan con etiqueta ECO de la DGT.
Otra posibilidad sería un híbrido enchufable. Hasta que vuelva a figurar en catálogo el Audi Q7 con esta tecnología, el único SUV híbrido enchufable de la maca está un escalón por debajo en tamaño. Hablamos del nuevo Audi Q5 TFSIe quattro, que por 66.000 euros (unos 18.000 menos que el e-tron) luce distintivo ECO, al ofrecer una autonomía en modo eléctrico superior a los 40 km. La potencia total del motor de combustión y el motor eléctrico alcanza aquí los 367 CV.
Otra posibilidad es esperar a alguno de los nuevos híbridos enchufables que ya ha anunciado Audi para este año, como el A6 o el A7 Sportback.
Entre sus rivales eléctricos, en la actualidad existen en el mercado tres SUV como alternativas al e-tron: el Jaguar I-Pace, el Mercedes EQC y el Tesla Model X. Con reservas, al menos hasta que podamos conducir los tres en las mismas condiciones que el Audi, señalar que al Tesla, que hasta hace poco “navegaba” solo en esta categoría, se lo han puesto muy, pero que muy difícil.
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