El nuevo Polestar 2 promete hasta 560 km de autonomía
Polestar, la nueva marca sueca desarrollada por Volvo y Geely, solo fabricará modelos eléctricos a partir de ahora y abandonará el desarrollo de modelos híbridos. El futuro deportivo Precept, y el Polestar 3 serán completamente eléctricos, si bien no todas las versiones que produzca la empresa sueca contarán con sistema de tracción a las cuatro ruedas.
Ya hemos tenido la oportunidad de conducir el Polestar 2 y, aunque aún no está decidida su comercialización en España, de hacerlo, sería a partir de mediados de 2021 y con un precio cercano a los 60.000 euros. Por el momento solo se fabrica una versión de 300 Kw con tracción total y con una dotación de serie muy completa. Más adelante podría llegar una variante con un solo motor, menos equipada, partiendo de unos 40.000 euros.
En los países que está disponible se ofrece a través de Internet con diferentes fórmulas de financiación. Ofrece conexión a la red de por vida y servicio de conectividad para las funciones de Google, incluido el Asistente de Google, Google Maps y Google Play Store durante tres años. Además, incluye una garantía de la batería de 8 años o 160.000 km y utilizará la red de concesionarios Volvo para el servicio postventa.
Estilo Volvo con electrónica vanguardista
El diseño de su carrocería, a medio camino entre berlina y crossover, cuenta con una altura libre al suelo más elevada (14,6 cm) para facilitar el acceso. Tiene una longitud de 4,6 metros, 1,95 m de anchura, 1,48 m de altura, 2.123 kg de peso y una batalla de 2,73 metros, las dimensiones de una berlina media del mercado, pero, al estar disponible únicamente con sistema de propulsión exclusivamente eléctrico, las alternativas al modelo se limitan al Tesla Model 3.
Cuenta con llamativos detalles en materia de diseño, como los espejos retrovisores exteriores sin marco, el discreto logotipo de la marca pintado en el mismo color de la carrocería o las luces led traseras que recorren toda la franja central del portón posterior.
Destaca la sencillez del habitáculo, que cuenta con bastante espacio en las plazas delanteras, muy pocos mandos convencionales y una enorme pantalla central de 11,1 pulgadas, similar a la que emplea Tesla, desde la que se pueden gestionar las principales funciones del vehículo, como el sistema de navegación, el equipo de sonido, la fuerza de retención del motor, la carga eléctrica, las ayudas a la conducción, etc.
Con la intención de facilitar el uso a todo tipo de público, equipa un sistema de gestión de órdenes vocales muy avanzado, desarrollado con Google siendo el primer automóvil equipado con Android Infotainment. La mayoría de las funciones disponibles se pueden realizar, bien mediante órdenes vocales, o bien mediante la pantalla táctil central.
Desde la pantalla central, de forma táctil y por control de voz, se puede configurar a voluntad el orden de las aplicaciones, crear un perfil individual, gestionar Maps, Spotify, radio, el teléfono móvil, etc., apoyado por un potente equipo Harmann Kardon de alta fidelidad. El Asistente de Google permite, si el usuario también utiliza otros elementos de reconocimiento de voz habilitados para Google, como Google Home, que el coche se entienda con el usuario desde el primer momento de utilización, sin necesidad de periodo de aprendizaje.
Muy sencillo, muy práctico
Como en los nuevos modelos eléctricos, no es necesario accionar la llave o pulsar un botón de contacto para iniciar la marcha. Basta sentarse en el puesto de conducción y mover la palanca del selector de marcha mientras se pisa el pedal de freno, para poder iniciar el movimiento. Este sistema también lo emplea el nuevo Volkswagen ID.3, aunque éste sí dispone de un botón de arranque que no es necesario pulsar para comenzar la marcha.
Los mandos son fáciles de manejar y cuentan con un diseño prácticamente idéntico al empleado en los Volvo. Un poco intrusiva la consola central que separa los asientos delanteros, bastantes huecos para dejar objetos y mucho espacio en las plazas delanteras. No ocurre lo mismo en las traseras, que gozan de buena cota de altura, pero su habitabilidad se encuentra limitada por el voluminoso túnel de transmisión. Aunque cuenta con cinco plazas homologadas, lo cierto es que resulta bastante más cómodo para cuatro ocupantes.
Buena capacidad de maletero, con 440 litros repartidos entre el capó delantero (35 litros) y el maletero (405 litros), sistema de apertura eléctrica automática y un hueco específico para guardar el cable de carga (de serie incluye Mennekes-Mennekes).
Alta potencia y tracción total
Está equipado con dos motores eléctricos síncronos de imanes permanentes en cada eje. Los dos funcionan simultáneamente, ofreciendo un rendimiento de 300 kW (408 CV) y 660 Nm de par, con una distribución de par entre ejes de 50:50, aunque en función de las necesidades de conducción el sistema de gestión es capaz de variar de forma inmediata el reparto de par entre los ejes para mejorar la motricidad.
Se encuentran asociados a una potente batería de iones de litio de 78 kWh, capaz de suministrar una autonomía de hasta 560 km (WLTP) en utilización urbana y 470 km en carretera, con un consumo medio de 19,3 kW/100 km. Las prestaciones que anuncia son realmente llamativas, con una velocidad máxima de 200 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos.
Mediante el cargador de 11 kW instalado a bordo puede llenar por completo la batería en menos de ocho horas, aunque también permite la recarga rápida en corriente continua a una potencia máxima de hasta 150 kW en unos 45 minutos.
Comportamiento muy preciso
Uno de los aspectos en los que se ha prestado especial cuidado ha sido en el comportamiento dinámico y en la satisfacción de conducción. La versión que hemos tenido oportunidad de probar del Polestar 2 estaba equipada con el Pack Performance, que incluye un kit específico de amortiguación Öhlins con 22 opciones de reglaje, unos frenos especiales Brembo con pinzas de cuatro pistones y discos perforados, y neumáticos Conti SportContact 6 montados en llanta de 20 pulgadas. Estas especificaciones, propias de un modelo de competición, le otorgan un comportamiento intachable en todo tipo de recorrido.
La dirección regulable en tres niveles de asistencia resulta muy rápida y precisa, lo que transmite enorme confianza al conductor, mientras que las suspensiones y los frenos cumplen sobradamente su cometido, incluso en una conducción deportiva muy exigente. Por el contrario, si se quiere practicar una conducción relajada y eficiente se puede lograr una mayor eficiencia con la capacidad de retención y recarga a través del pedal del acelerador, que dispone de tres modos de regulación, desde circulación “a vela” hasta elevada retención y alta recuperación de energía.
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