Prueba: Seat Mii Electric, el nuevo coche del pueblo
Conducimos y sometemos a prueba al Seat Mii Electric, el primer automóvil totalmente eléctrico de Seat
Ponernos al volante del primer coche eléctrico de una marca con tanta importancia en la industria del automóvil como Seat es un privilegio. No todos los días se conduce un coche en el que el fabricante ha puesto no solo todo su ilusión sino la esperanza de ser el abanderado entre los coches 100 por 100 eléctricos, no solo de los que lucen el emblema del constructor, sino alzarse como uno de los automóviles más populares de, sobre todo, las ciudades más pobladas.
Ése es el objetivo del Seat Mii eletric, un coche destinado a la ciudad, eléctrico, ágil y polivalente. Un vehículo capaz de hacer un viaje de media distancia de tirón o ser el coche de uso en ciudad durante toda una semana recurriendo a una única carga.
Porque el Seat Mii Electric dispone de una autonomía combinada homologada superior a 250 km que aumentan en unos 100 km si su uso es urbano.
Sufriendo temperaturas invernales antes de que la estación entre oficialmente, la prueba del Seat Mii electrico comenzó una muy fría mañana, con los coches expuestos al frío y eso supuso la necesidad de poner los sistemas de climatización, incluidos los asientos calefactables, nada más sentarnos en las butacas de las plazas delanteras.
Unos asientos, cuyo tacto, apariencia y confort son correctos, aptos para un uso urbano y suficientemente cómodos para trayectos de distancias medias.
En ruta con el Seat Mii eléctrico
Dicho esto, la marcha se inició tomando vías rápidas, con el confort de la calefacción encendida y los asientos con el sistema calefactable haciendo más llevadero los instantes inmediatos a desprendernos de las prendas de mayor abrigo para conducir con comodidad y seguridad.
El encendido del coche se realiza mediante el giro tradicional tras insertar el espadín de la llave dentro de un bombín, algo que, no solo en los coches eléctricos, ya parece de otra época gracias a contar con los botones de arranque y detención.
Por lo tanto, giramos la llave para «arrancar» la prueba del Seat Mii Electric con el silencio habitual de los coches que prescinden de combustibles. Insertamos la palanca de las velocidades hasta la D y bajamos el freno de mano porque, al igual que el selector de las velocidades luce sin concesiones al glamour ni a las tendencias, el tirador que bloquea o desbloquea las ruedas mientras el coche está estacionado no es eléctrico.
Dicho pues, ponemos rumbo siguiendo las indicaciones del teléfono móvil acoplado al salpicadero que hace las veces de navegador y que nos informa de la ruta de más de 100 km que vamos a realizar, tomando, en su mayoría, carreteras interurbanas de todo tipo, incluso próximas a la montaña, y de vuelta al centro de Madrid.
Cabe mencionar que, dada la capacidad del motor, que produce 61 kW, equivalente a 83 CV, puede realizar la aceleración por excelencia en vía urbana, de 0 a 50 en 3,9 segundos y alcanzar los 130 en vía rápida con relativa facilidad a pesar de pesar 1.235 kg.
El coche se mueve de manera dinámica para tomar velocidad hasta la máxima limitada electrónicamente y luego mantiene con facilidad el ritmo, solo perturbado por la limitación de la autonomía que, tras más de 20 km desde el punto de partida con la calefacción a 23 grados y la regulación automática, además de los dos asientos calefactables, sufría una caída desde los 243 que mostraba antes de encender el coche hasta ofrecer, por marcador, 180 km. Es decir, realizados dos decenas de kilómetros con la climatización, la autonomía se había resentido 63 km.
Por eso, con una temperatura más agradable en el habitáculo del coche, decidimos contener el uso de la climatización, desactivando los asientos calefactables y la temperatura a 22 grados y una expulsión desde las salidas de aire al mínimo. También es posible contener el uso de energía activando el modo Eco y más aún si se activa el Eco+ con el accionamiento del botón que se sitúa delante de la palanca de cambios y bajo una consola central que luce un acabado único y más atractivo que incita a entender que nos encontramos en un coche orientado a la presencia y uso de la electricidad en cualquiera de sus sistemas.
Entonces los kilómetros se sucedían con un consumo más acorde a la marcha. Tanto es así que, en zona revirada, el coche demostró un alto poder de recuperación energética al llegar a la entrada a los virajes favoreciendo el freno regenerativo (con cuatro niveles de recuperación, cuyo grado máximo puede ser casi sustituto de la acción del pedal de freno en según qué situaciones) y, a la vez, deslizarse entre curvas con soltura.
Además, teniendo en cuenta que este coche hereda la arquitectura de la versión con motor térmico, cuenta con las mismas dimensiones que el Seat Mii tradicional (3.556 mm de largo, 1.645 de ancho, 1.481 de alto y una batalla de 2.421 milímetros) pero con la mejora que supone la colocación de las baterías en el suelo del coche y, a pesar del incremento de peso que supone el paso de coche de combustión a eléctrico, el dinamismo de este coche en paso por curva y giro rápido es bueno.
Ya discurrida la prueba fuera de carretera entre núcleos rurales de la sierra madrileña, ponemos rumbo al centro, al habitat natural del coche: la urbe.
La unidad que pudimos conducir en esta prueba del Seat Mii Electric llegó a la circunvalación de la ciudad con menos de 110 km de autonomía, tras recorrer más de 7 km en población, el coche llegó al punto de fin de la ruta con 129 aún por disponer, una recarga de la batería favorecida por la selección del grado mayor de regeneración y gracias a un tráfico congestionado a las horas que circulamos.
El punto fuerte del Seat Mii electric
Algo que me planteé antes de hacer la prueba del Seat Mii Electric es qué tipo de persona podría interesarse por un coche así. Una persona soltera que quiera un coche para ciudad, una familia que busque un segundo coche con el que poder afrontar la rutina de la semana laborable, alguien que quiera experimentar por primera vez qué es tener un coche eléctrico sin dejarse mucho dinero pero también empresas que busquen un coche de flotas para que sus trabajadores se puedan desplazar por ciudades con limitaciones al tráfico que no sea de vehículos sostenibles…
Las opciones son múltiples pero la realidad es que el coche sirve para todos estos casos y para hasta 4 viajeros, situados los asientos delanteros en una posición y distancia ajustada a mi estatura (1,80 metros), las plazas posteriores resultan justas para mi localización en la banqueta trasera, sin concesiones, sin demasiadas opciones para mover las piernas pero sin que mis rodillas o los pies toquen o se vean comprometidos.
Puede ser el utilitario de ciudad con el que moverse por la ciudad los 5 días laborables de la semana y recargar solo durante el fin de semana gracias a los citados cerca de 350 km de autonomía en ciudad que puede llegar a ofrecer.
Pero también como coche de fin de semana. Su maletero, de 251 litros, dispone de un falso piso que se puede levantar, de tal manera que da cabida a bultos de dimensiones considerables como una maleta de tamaño medio, dos de cabina o varias bolsas de tipo gimnasio, aprovisionamiento suficiente para un par de personas, un fin de semana y que vayan a dejar cargando el coche durante la noche olvidándose que la autonomía de vuelta quede comprometida.
Con un PVP desde 21.230 euros para la versión estándar y de 22.380 euros para el Plus, el descuento de la marca por financiar el coche deja un precio del Seat Mii Electric de 17.900 euros, el coche eléctrico más barato del mercado, que incluye Wallbox, y supone un gasto en cuanto al coste y uso de la electricidad almacenada en la batería, cuya capacidad es de 32,6 kW y necesita un tiempo de 1 hora, siempre y cuando se enchufe en una toma de corriente continua de 40 kW, para cargar el 80 por ciento de su capacidad, de 1 euro por cada 100 km recorridos, el Seat Mii eléctrico puede ser el nuevo coche del pueblo.
Este coche tiene todas las papeletas para ser uno de los coches más vendidos del año próximo y más aún si se le suma al descuento posibles ayudas o descuentos estatales como el plan Moves, ya que, aunque desde finales de enero de 2020 podrían llegar las primeras unidades, será en febrero cuando desembarque de manera oficial en los concesionarios.
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