Prueba Volvo XC40 Recharge eléctrico puro, un SUV muy agradable de altas prestaciones
El XC40 Recharge, nuevo miembro de la familia XC40, es el primer representante de Volvo cien por cien eléctrico y también el primer modelo de la marca que integra un sistema de infoentretenimiento basado en el sistema operativo de Google. Llegará al mercado en junio próximo en dos diferentes niveles de acabado a través de un sistema de ventas online.
Según los responsables de la marca sueca, el futuro de Volvo se basa en la electrificación, la venta online y el crecimiento, ofreciendo sencillez en la compra y en la conducción. La estrategia de la marca se centra en el segmento de mayor crecimiento del sector automovilístico en todo el mundo, el mercado de eléctricos premium que Volvo pretende liderar.
Así, Volvo presentará un vehículo totalmente eléctrico cada año, durante los próximos cinco, con el fin de que, en 2025, éstos constituyan el 50 por ciento de las ventas globales, junto con el resto de los híbridos. «Recharge» será el nombre general de todos los modelos Volvo recargables con propulsión exclusivamente eléctrica o bien los híbridos enchufables. El objetivo fijado para 2030 es que todos los modelos producidos sean 100 por 100 eléctricos y en 2040 no tener ningún tipo de impacto sobre el clima.
Potencia y tecnología
El XC40 Recharge eléctrico puro integra un motor en cada eje de 204 CV de potencia (408 CV) y 660 Nm de par, lo que le permite disponer de sistema de tracción total permanente y una autonomía de más de 400 km (WLTP), gracias a su enorme batería de 78 kWh (75 kWh útiles). La batería se puede cargar al 80 por ciento de su capacidad en 40 minutos con un sistema de carga rápida en corriente continua a 150 kW o bien en 8 horas en un cargador en alterna a 11 kW.
El sistema de infoentretenimiento basado en Android está totalmente integrado con Volvo On Call, la plataforma de servicios conectados digitales. Volvo ha replanteado su sistema de infoentretenimiento en el XC40 Recharge eléctrico puro con servicios Google Assistant, Google Maps y Google Play Store. Ofrece la integración del sistema operativo Android Automotive OS, que ofrece actualizaciones en tiempo real de servicios, actualizando el software y el sistema operativo desde la nube.
Google Assistant permite manejar por voz determinadas funciones del vehículo, como la temperatura, incluir un destino en el sistema de navegación, poner música en Spotify, encontrar las estaciones de recarga más cercanas, supervisión del estado de la batería y los niveles de carga, indicar los límites de velocidad, curvas peligrosas, etc.
Las funciones clásicas de Volvo On Call también están disponibles, como el acondicionamiento térmico, la localización del vehículo, bloqueo y desbloqueo de las puertas a distancia y uso compartido del vehículo mediante una llave digital.
Pocas diferencias
La electrificación no es nueva en la marca. Ya en 2011 se presentó el modelo C30 eléctrico, que sólo llegó a algunos mercados en cantidades muy reducidas; poco después, en 2013, se comercializó una variante híbrida enchufable con motor diésel sobre la carrocería del V60 de anterior generación; en 2016 llegó la variante XC90 T8 con dos motores y en 2019 se expandió la oferta híbrida a toda la gama Volvo.
Ahora llega la primera versión completamente eléctrica de la marca, que fue presentada en sociedad en el Salón de Los Ángeles de 2019 y que se produce exclusivamente en la planta belga de Gante. Se trata de una variante del XC40 con pocas diferencias estéticas, pero radicalmente diferente en términos mecánicos.
Para empezar, las dimensiones del modelo no varían respecto a las variantes de combustión o híbridas, pero sí su peso, pues esta versión alimentada por baterías alcanza nada menos que los 2.188 kg de peso, es decir, 604 kg más que la versión T2 de 130 CV de potencia. Claro, que el eléctrico cuenta con dos motores (uno en cada eje) y una descomunal batería de 78 kWh situada bajo el piso del habitáculo. No obstante, las cotas interiores no varían respecto a las versiones de combustión ni tampoco la capacidad del maletero (sin contar el doble fondo). A cambio, el eléctrico dispone de un hueco adicional con tapa en la parte delantera de 31 litros adicionales, con lo que el volumen total de carga alcanza 444 litros. Además, ofrece una capacidad de remolque de 1.500 kg, un dato muy significativo para tratarse de un vehículo impulsado por energía eléctrica.
En lo que respecta a las diferencias con las variantes térmicas, el eléctrico puro cambia su parrilla frontal abierta por una completamente plana y pintada del mismo color que el resto de la carrocería, incluye emblema identificativo en el portón trasero, en los pilares posteriores y en umbrales de las puertas, así como una moldura específica inferior negra. Además, se ofrecen siete nuevos colores de carrocería. El techo siempre se ofrece pintado en color negro, independientemente del color del resto de la carrocería y se ofrecen dos tipos de llantas en medida de 19 o 20 pulgadas.
Por su parte, el interior estrena un nuevo cuadro digital configurable en tres ambientes, se incluye volante y asientos calefactables, sistema de telefonía inalámbrica con conexión a Apple Carplay y Android Auto, tarjeta de datos SIM integrada y cuatro años de servicio, sistema de actualización de software automático o CitySafety de serie con todos los sistemas de seguridad.
Se ofrece en dos diferentes niveles de acabado, denominados II y III, con mucho equipamiento de serie que, en el caso de la terminación III, 4.200 euros más cara y sin posibilidad de acceder al Plan Moves III, se amplía con elementos como las luces antiniebla, asientos delanteros con regulación eléctrica, asistente de aparcamiento con sensores delanteros, traseros y laterales, cámara 360º, faros Full Led, equipo de audio Harman Kardon, lavafaros, reposacabezas traseros abatibles eléctricamente desde la consola central, o techo solar panorámico.
Máxima suavidad
Una de las características más destacables del nuevo modelo es la suavidad que ofrece y la calidad que transmite. Más si cabe que en las versiones térmicas, ya que, en este caso, la ausencia de ruidos y la transmisión del movimiento contribuyen a mejorar el agrado de conducción. Todo funciona con suavidad, con precisión, proporcionando una conducción verdaderamente placentera.
No es necesario poner el contacto, ni quitar el freno de estacionamiento –que no tiene- para iniciar la marcha. Basta con introducirse en el vehículo con la llave en el bolsillo e impulsar el selector de marcha para iniciar el movimiento. Eso sí, si queremos, éste se produce de forma instantánea y fulgurante, pues acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,9 segundos (la versión de combustión de 211 CV lo hace en 8,5 segundos), lo que puede darnos una idea de la inmediatez de las prestaciones, tanto en aceleración como en recuperación. Como en el resto de la gama Volvo moderna, la velocidad está limitada a 180 km/h que, si no fuera por este motivo, con sus 408 CV de potencia superaría con creces los 250 km/h.
Bien es cierto que no gasta poco, pues el consumo de electricidad homologado se cifra en 24 kW/100 km, pero regenera bien en las frenadas y dispone de un sistema de conducción “one pedal” que permite aumentar aún más la capacidad regenerativa al levantar el pedal del acelerador.
Transmite confianza y seguridad en su conducción, pero el peso del conjunto se hace sentir a la hora de llegar a las curvas más cerradas, pues se puede llegar verdaderamente rápido. La configuración de las baterías bajo el piso contribuye a rebajar el centro de gravedad y la tracción total proporciona una motricidad excelente. Lógicamente, dado el peso del conjunto, el tarado de la suspensión es bastante firme, pero no resulta incómodo en general. Por su parte, frenos y dirección también cumplen su cometido a la perfección y permiten llevar la trayectoria deseada con mucha facilidad.
Compra online
Volvo está cambiando la forma de atender a sus clientes, transformando el modelo de venta tradicional por el canal online. El objetivo es convertirse en 2030 en un fabricante de vehículos cien por cien eléctricos, todos ellos disponibles exclusivamente a través de la venta online. Como parte de la nueva estrategia comercial, reducirá sustancialmente la complejidad de su oferta de productos y los precios serán transparentes y cerrados, algo similar a lo que viene ocurriendo en el mercado con la venta de smartphones. En combinación con la venta online, se centrará en una sencilla y completa oferta para el cliente que operará bajo el nombre de «Care by Volvo».
Esto no quiere decir que vayan a desaparecer los concesionarios, todo lo contrario. Los clientes podrán seguir contando con la asesoría de ellos, la entrega de los vehículos, las operaciones de mantenimiento, etc., pero de una forma más racional, más ordenada, de manera que se gestionen mejor todas las intervenciones con los clientes. Además, Volvo está llevando a cabo un programa de mantenimiento preventivo que mejora la experiencia de usuario y evita posibles averías al conocer con antelación el estado de cada uno de sus vehículos.
Precisamente, en este contexto, el nuevo XC40 eléctrico se entrega a los clientes con una garantía de tres años, mantenimiento incluido por un periodo de tres años o 100.000 km e, incluso, con la posibilidad de contratar una póliza de seguro a todo riesgo –con franquicia- por tres años (si se opta por el Pack Seguro) que tiene un coste de 1.934 euros por los tres años asegurados (645 euros anuales).
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