¿Quieres conseguir la etiqueta ECO con tu coche de gasolina? Te contamos cómo

En las ciudades con más de 50.000 habitantes se están habilitando las Zonas de Bajas Emisiones o ZBE, así que va a ser necesario contar con las etiquetas ECO y 0 para poder acceder sin problemas por ellas. En principio, los coches con etiquetas C y B también podrán, pero con limitaciones. Pero hay una manera de convertir tu coche de gasolina, con estas etiquetas en un vehículo con etiqueta ECO que podrá circular por estas zonas sin problemas.

Un coche de gasolina que ha sido matriculado desde el año 2006 puede conseguir la etiqueta ECO, aunque tendrá que pasar por un proceso de adaptación. El truco para ello está en convertir el coche de gasolina en un coche movido por Gases Licuados del Petróleo (GLP). De esta manera, baja considerablemente el nivel de emisiones contaminantes y se hace merecedor de la etiqueta ECO.

Coches con motor GLP

Los coches con motor capaz de funcionar con GLP no son tan caros como los coches eléctricos, así que resultan una buena opción para moverse por la ciudad. Y hay algo bastante interesante, porque los coches con motor que funciona con GLP también puede hacerlo con gasolina. Por eso, basta con instalar un kit de este combustible en el coche y combinar ambos productos.

Esta adaptación se puede hacer en talleres especializados y suele tener un coste de entre 1.500 y 3.000 euros, así que es bastante asequible. El taller añadirá un depósito adecuado para almacener el GLP y los conductos que lo llevan hasta el motor.

El precio del GLP es también un aliciente. Mientras la gasolina tiene un precio a principios de febrero de 2023 de casi 1,7 euros, el gas cuesta alrededor de un euro por litro. Esto representa un ahorro considerabla al llenar el depósito. Según el tamaño de ambos, la autonomía puede llegar hasta los 1.200 kilómetros.

Prueba Dacia Sandero GLP: salto cualitativo a precio contenido

Esto sí, el GLP tiene un 90% de la eficiencia de la gasolina. Eso quiere decir que por cada litro de gas se circula el 90% de espacio que si se utilizara gasolina. Eso no es necesariamente malo, porque a efectos prácticos sigue siendo mucho más barato que la gasolina.

Las ventajas son muchas, ya que no solo se ahorra en combustible, sino que además se puede beneficiar de todo lo que se ofrece para los coches con etiquetas ECO, incluso la posiblidad de circular por las ZBE de las ciudades.