Reino Unido trabaja para elaborar una ley que regule la conducción autónoma
El Ministerio de Transportes británico quiere elaborar una ley de conducción autónoma que pudiera entrar en vigor en 2021
A pesar de lo que parezca, el gran desafío para la instauración y expansión de los vehículos autónomos es la falta de una normativa que legisle la conducción autónoma. Ya sea en un ámbito local, como regional, ni siquiera a nivel nacional o comunitario existe una legislación que, de manera específica, aborde la problemática tanto legal como ética que supone la automatización mediante inteligencia artificial de un acto vinculado, hasta la fecha, a la actividad humana.
Por eso, tanto fabricantes más que interesados en la promulgación de leyes que regulen la conducción autónoma, como Tesla, Volvo, BMW… hasta otros que han ido sumándose de manera progresiva y a remolque para con esta tendencia tecnológica y, también por qué no, social en el uso y disfrute desde un nuevo enfoque de los coches, como otras empresas inmiscuidas en el ámbito del automovil, como son las compañías aseguradoras, como, no olvidemos, los propios consumidores, exigen una regulación legal que permita el funcionamiento de los vehículos desde el nivel 4 dentro de los grados de conducción autónoma.
Así, al margen de experiencias muy puntuales como la que el gobierno local de Shanghai ha permitido a la empresa de sistemas de gestión automatizada de la conducción AutoX para el despliegue de hasta un centenar de robotaxis, el gobierno de Reino Unido trabaja en la constitución de un texto que recoja, regule y se proponga como marco normativo en cuanto a conducción autónoma.
Con un plazo puesto en 2021, el Ministerio de Transporte británico persigue dotar al país de un un entorno legal que acoja y permita a las tecnologías de gestión inteligentes disponer en las calzadas de los territorios que abarca el reinado de Su Majestad de vehículos autónomos de toda índole puesto que, cabe señalar que, además de los coches autónomos, la deshumanización de la comandancia de otros dispositivos propios del transporte terrestre por carretera abriría las puertas a, desde furgonetas autónomas hasta camiones autónomos.
Para ello, el 27 de octubre es la fecha prevista para finalizar los trabajos preliminares de estudio y valuación que sienten las bases de la elaboración de una ley de conducción autónoma que podría entrar en vigor en poco más o menos que un año.
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