Renault da un nuevo impulso a sus planes de electrificación
El fabricante francés espera que las ventas de sus vehículos totalmente eléctricos vayan ganando peso año a año a lo largo de esta década
Luca de Meo, el actual Director Ejecutivo de la firma francesa, acaba de dar a conocer los nuevos objetivos de la compañía en lo que a la electrificación de su gama se refiere. Renault quiere jugar un papel destacado en el mercado de los vehículos eléctricos, y por ello confía en que para el año 2025 el 65 por ciento de sus ventas corresponderán a este tipo de vehículos.
El peso de los vehículos eléctricos en el total de las ventas de Renault será aún mayor en 2030. Para esa fecha, de Meo afirma que representarán al menos el 90 por ciento, si no más. El Director Ejecutivo de Renault no ha revelado, sin embargo, una fecha concreta en la que la compañía dirá adiós definitivamente a los motores de combustión.
Este considerable impulso por parte del fabricante francés a la comercialización de vehículos eléctricos, tendrá obviamente sus repercusiones en los niveles de emisiones generados. Para el año 2030, la compañía espera una reducción de un 65 por ciento. Una cifra que incluye todos los vehículos del Grupo Renault vendidos en Europa, incluyendo también las ventas de Alpine y Dacia.
El Diésel tiene los días contados
Otro dato significativo revelado por Luca de Meo, es la confirmación de que Renault no va a desarrollar ya nuevos motores diésel. La compañía optará por una opción con un coste mucho menor, que es adaptar los que ya tiene. Una decisión que tiene mucho sentido, si tenemos en cuenta la enorme inversión necesaria para desarrollar un motor de nueva generación y la escasa probabilidad de que la compañía pueda llegar a recuperar el capital invertido, dada la actual situación del mercado.
Luca de Meo llegó a Renault el pasado año, proveniente de SEAT, y desde el primer día se ha fijado como meta reorganizar la compañía reduciendo costes innecesarios para incrementar así su competitividad. Tras su llegada, de Meo no solo ha cerrado la puerta al desarrollo de nuevos motores diésel, sino que también ha puesto freno al desarrollo de motores de combustión en general.
El pasado mes de enero, el nuevo Director Ejecutivo de Renault, ya avanzó sus intenciones de reducir el volumen de producción de la compañía, dando un mayor peso al beneficio obtenido por unidad vendida.
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