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Robots de entrega a domicilio, mejor servicio y más sostenible, aunque con peros
Los robots de entrega a domicilio se confirman como una alternativa a los repartidores humanos, más sostenibles y cada vez, más eficientes.
Desde hace unos años, estamos viendo como en algunas ciudades se han habilitado robots autónomos que se encargan de realizar entregas de compra o comida a domicilio. Un adelanto que permite contar con una forma segura y sostenible con esos pedidos que se realizan para disfrutar en casa. No hay muchas ciudades que cuenten con ellos todavía, pero en poblaciones más pequeñas, y en un rango de acción más pequeño, se pueden encontrar.
Estos robots se activan después de hacer un pedido en el restaurante o comercio que dispongan de este servicio. Desde el establecimiento, se carga el robot con el pedido y se activa el vehículo. Este dispone de capacidad de conducción autónoma, sin conductor. Gracias a los sensores, cámaras y radares que equipa, es capaz de desplazarse por sí mismo hasta el destino.
Alguno de estos robots de reparto cuentan con micrófonos y altavoces para que clientes y establecimiento puedan comunicarse directamente. Cuando el robot llega a su destino, el cliente recibe una notificación en su móvil. En esta notificiación hay un código, con el que se puede desbloquear la puerta y recoger el pedido.
Ventajas de los robots autónomos de reparto a domicilio
Este tipo de vehículos autónomos tienen varias ventajas. La primera es, claro, la sostenibilidad. Estos vehículos funcionan con un tren de tracción eléctrico, así que no contaminan. Otra ventaja es la eficiencia. Estos robots optimizan los trayectos y cumplen con los horarios previstos.
Además, evitan la interacción entre repartidor y cliente, lo que evita contagios accidentales, no solo del COVID, sino de cualquier enfermedad como catarros y gripes. También se puede optimizar la entrega, creando puntos de recogida en varios lugares. De esa manera, aunque no sea exactamente en el domicilio, se puede establecer un punto de recogida cerca.
Los tiempos de entrega también pueden personalizarse y monitorizarse y la seguridad se extrema porque sin la confirmación de recepción y la introducción del código correcto, no se puede acceder al pedido.
Por el momento, estos sistemas de reparto automatizado pueden ser muy prácticos para servicios de hostelería y hoteles, donde se moverían por espacios delimitados y controlados.
Los «peros» de este sistema
Como en todos los proyectos donde está implicada la conducción autónoma, esta plantea alguna duda. Los robots de entrega autónoma pueden moverse con libertad en espacios delimitados y con tráfico controlado. La seguridad disminuye en cuanto se trata de circular por calles con tráfico denso.
Los robots están equipados para moverse con libertad en ciudad, pero la existencia de tráfico puede poner en riesgo el dispositivo. No tanto por la propia función del vehículo, sino por el comportamiento de los conductores humanos. Sin embargo, se están probando en varias ciudades españolas y los resultados parecen prometedores.
La existencia de estos robots podría hacer que muchos repartidores sean sustituidos por ellos, algo que tendrá consecuencias en el sector. Pero para eso, por lo que parece, todavía falta bastante y aún se concibe como un servicio secundario y pendiente de futuras novedades.
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