Seis mujeres hacen historia en la misión espacial 100% femenina de Blue Origin

Alberto Noriega     15 abril 2025     5 min.
Seis mujeres hacen historia en la misión espacial 100% femenina de Blue Origin

Blue Origin completa con éxito el primer vuelo espacial exclusivamente femenino desde 1963, con Katy Perry y otras cinco mujeres a bordo.

El 14 de abril de 2025, Blue Origin marcó un nuevo capítulo en la historia de la exploración espacial. Desde el desierto del oeste de Texas, la empresa lanzó la misión NS-31, un vuelo suborbital que se convirtió en el primero en llevar a seis mujeres al espacio sin presencia masculina desde la cosmonauta Valentina Tereshkova en 1963. La tripulación, que incluyó a la estrella del pop Katy Perry y a la periodista Gayle King, experimentó ingravidez durante 11 minutos a bordo del cohete autónomo New Shepard. El lanzamiento, transmitido en directo y seguido por millones, no solo cumplió su misión técnica, sino que también envió un potente mensaje sobre representación, inspiración y el papel creciente de las mujeres en el espacio.

Un vuelo perfecto que hizo historia

El despegue tuvo lugar a las 8:30 a.m. CDT del lunes 14 de abril, desde el Sitio de Lanzamiento Uno de Blue Origin, cerca de Van Horn, Texas. En cuestión de minutos, el New Shepard superó los 100 kilómetros de altitud, cruzando la línea de Kármán —el límite reconocido internacionalmente del espacio—. Las seis tripulantes vivieron varios minutos de ingravidez antes de regresar a la Tierra en una cápsula que aterrizó suavemente con paracaídas en el desierto.

El vuelo duró poco más de 11 minutos, pero su impacto será duradero. Fue la 31ª misión del programa New Shepard y la 11ª con pasajeros humanos, pero la primera en llevar una tripulación compuesta íntegramente por mujeres, un hecho que no ocurría desde el vuelo pionero de Tereshkova hace más de 60 años.

Tecnología autónoma al servicio del turismo espacial

El cohete New Shepard es un vehículo totalmente autónomo, sin piloto a bordo, diseñado por Blue Origin para vuelos suborbitales turísticos. La cápsula, presurizada y equipada con grandes ventanas, permite a los pasajeros observar la curvatura de la Tierra y experimentar la microgravedad durante unos minutos antes de volver al suelo.

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Esta fue la primera misión tripulada de Blue Origin desde agosto de 2022, cuando un fallo técnico obligó a suspender vuelos con humanos. El éxito de la NS-31 no solo reactiva el programa, sino que reafirma la capacidad tecnológica de la compañía y su apuesta por un turismo espacial seguro, accesible y mediáticamente relevante.

Seis perfiles únicos, una misión compartida

La selección de la tripulación fue cuidadosamente diseñada para mostrar la diversidad y amplitud del talento femenino. Las seis participantes no son astronautas tradicionales, pero sus trayectorias las convierten en modelos de liderazgo, innovación y valentía:

  • Katy Perry, artista global y embajadora de UNICEF, aportó su alcance mediático y su compromiso con las causas sociales.

  • Gayle King, periodista y copresentadora de CBS Mornings, representó el papel fundamental de la comunicación en los grandes hitos científicos.

  • Lauren Sánchez, piloto certificada y periodista, también conocida por su relación con Jeff Bezos, ejerció de voz para las mujeres en la aviación.

  • Aisha Bowe, ingeniera aeroespacial y ex empleada de la NASA, es la actual CEO de STEMBoard y una referente en la promoción de carreras científicas para mujeres jóvenes.

  • Amanda Nguyen, bioastronauta y activista por los derechos civiles, fue nominada al Nobel de la Paz y personifica el cruce entre ciencia y justicia social.

  • Kerianne Flynn, productora de cine, ha centrado su carrera en narrativas femeninas, cerrando el círculo mediático de esta misión.

Cada una llevó al espacio un símbolo bordado en el parche oficial del vuelo, representando sus campos y pasiones. Desde una nota musical hasta un microscopio, el diseño del emblema de la NS-31 se convirtió en una declaración de intenciones.

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Representación de género y mensaje generacional

El vuelo fue más que una hazaña técnica: fue una acción simbólica de gran alcance. En palabras de Aisha Bowe antes del lanzamiento: «No solo estamos cruzando la línea de Kármán, estamos cruzando barreras invisibles que por años dijeron que este lugar no era para nosotras». La misión NS-31 representa un avance importante en la visibilidad de las mujeres en el sector aeroespacial, históricamente dominado por hombres.

En un momento donde las vocaciones STEM entre niñas y adolescentes aún necesitan estímulo, esta misión sirve como un poderoso referente. Desde las aulas hasta las redes sociales, la imagen de seis mujeres flotando en el espacio inspira preguntas, sueños y vocaciones. Blue Origin ha querido posicionarse como un actor cultural, no solo técnico, en la carrera por abrir el cosmos a todos.

Más que un vuelo: una visión de futuro

En un mundo donde la exploración espacial ya no es monopolio de las agencias gubernamentales, el papel de empresas como Blue Origin no se limita al desarrollo tecnológico: también definen los imaginarios del futuro. El vuelo NS-31 no tuvo experimentos científicos ni nuevas órbitas, pero rompió techos de cristal con la misma contundencia que un cohete rompe la atmósfera.

Este tipo de misiones tienen un valor simbólico que va más allá de la ciencia: cambian la conversación, desafían los estereotipos y redefinen lo que es posible. A medida que más mujeres —y más personas de distintos orígenes— accedan al espacio, también cambiará la manera en que entendemos nuestro lugar en él.

El vuelo de Perry, King, Bowe, Nguyen, Sánchez y Flynn ya es parte de la historia del espacio, pero también es una invitación al futuro: uno donde los nombres que van al espacio ya no sorprenden por su género, sino por lo que representan, construyen y sueñan.

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