La sexta extinción masiva: especies desaparecen 100 veces más rápido de lo normal
La sexta extinción masiva está en marcha, con especies desapareciendo 100 veces más rápido de lo normal, advierten los científicos. Conoce las causas y consecuencias.
La sexta extinción masiva ya está en marcha, con especies desapareciendo a un ritmo alarmante, según los científicos Gerardo Ceballos y Rodolfo Dirzo. Este fenómeno, resultado de la actividad humana, amenaza la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas, con graves implicaciones para el futuro de la humanidad.
Bienvenidos a la Sexta Extinción Masiva
En los años 90, el biólogo mexicano Rodolfo Dirzo observó una acelerada desaparición de animales, acuñando el término «defaunación» para describir este fenómeno. Junto a su colega Gerardo Ceballos, dedicaron años a cuantificar la pérdida de biodiversidad, revelando que la tasa de extinción de vertebrados es entre 100 y 1.000 veces superior a la normal. Esta investigación, galardonada con el premio Fronteras del Conocimiento de Ecología y Biología de la Conservación por la Fundación BBVA, ha llevado al reconocimiento de la Sexta Gran Extinción de animales en la historia de la Tierra. Según sus cálculos, las especies que se han extinguido en el último siglo deberían haber sobrevivido hasta el año 12.023. Ceballos advierte que la situación podría empeorar si no se toman medidas urgentes.
Impactos y consecuencias de la extinción masiva
La extinción de especies no solo afecta a la biodiversidad, sino también al funcionamiento de los ecosistemas y a los beneficios que estos proporcionan a la humanidad. «Cada vez que perdemos una especie, esta impacta en la destrucción de la diversidad biológica y tiene consecuencias muy severas en la manera en que funcionan los ecosistemas», explica Ceballos. La pérdida de especies clave puede desencadenar cascadas ecológicas, donde la desaparición de un solo organismo provoca la ruptura de múltiples relaciones ecológicas. Un ejemplo es la importancia de los elefantes en los ecosistemas africanos, que, al ser eliminados, causan desequilibrios que afectan a muchas otras especies.
Dirzo destaca que los ecosistemas saludables proporcionan servicios ambientales esenciales, como la fotosíntesis, la polinización y la regulación de enfermedades. La pérdida de biodiversidad erosiona la capacidad de la Tierra para mantener la vida, poniendo en riesgo la estabilidad que ha permitido el desarrollo de la civilización humana durante los últimos siglos. La extinción masiva no solo tiene implicaciones éticas, sino también económicas, ya que la biodiversidad sustenta muchas de las actividades humanas, desde la agricultura hasta la medicina.
Factores que impulsan la extinción
La Sexta Extinción es impulsada por varios factores directos e indirectos. Entre los directos se encuentran la destrucción de hábitats, la sobreexplotación de especies, la contaminación y la introducción de especies no nativas. El cambio climático, considerado el «cambio ambiental más sexy», también juega un papel crucial. Sin embargo, los factores raíz son el crecimiento de la población humana, el consumo desmedido y la tecnología ineficiente. Ceballos subraya la necesidad de abordar estos problemas de manera integral para detener la aceleración de las extinciones.
A nivel individual, las personas pueden contribuir a la conservación adoptando hábitos sostenibles, como reducir el consumo de recursos y apoyar políticas de conservación. A nivel gubernamental, es esencial invertir en la protección de hábitats y en la reintroducción de especies. La conservación de espacios naturales es una estrategia efectiva, como lo demuestra la creación de reservas para el jaguar en México, que protege miles de especies al preservar su hábitat.
Historias de esperanza y urgencia
A pesar del panorama desalentador, existen historias de éxito en la conservación. La supervivencia de la vaquita marina en México y el crecimiento de la población de lince ibérico en España son ejemplos inspiradores. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica para muchas especies, como la vaquita marina, cuya población ha disminuido drásticamente debido a la pesca accidental.
Ceballos y Dirzo enfatizan que la conservación no es solo un favor a la naturaleza, sino una necesidad para la humanidad. La biodiversidad es fundamental para mantener los servicios ecológicos que sostienen la vida en la Tierra. La Sexta Extinción es una llamada de atención urgente para que tomemos medidas inmediatas y coordinadas a nivel global.
La lucha contra la extinción masiva requiere un esfuerzo conjunto de gobiernos, organizaciones y ciudadanos. Es imperativo actuar ahora para proteger la biodiversidad y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones. La ciencia ha demostrado que podemos revertir esta tendencia, pero necesitamos voluntad política y compromiso global para lograrlo.
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