Nissan anuncia el despliegue de nuevos cargadores rápidos para acelerar la implantación del coche eléctrico en Europa.
Shell transforma una de sus gasolineras en un hub eléctrico
Shell ha transformado una de sus principales estaciones de servicios en un hub de carga para vehículos eléctricos.
La paulatina transformación de la industria de la automoción hacia la movilidad eléctrica está produciendo cambios graduales pero importantes. La próxima prohibición de vehículos con motor de combustión y la creciente presencia de vehículos con batería está cambiando los hábitos de consumo, poco a poco.
Pero hay cambios que causan sorpresa en estos momentos, en los que los vehículos eléctricos no son todavía muy populares. Shell acaba de convertir una de sus principales gasolineras en Reino Unido en un hub de cargadores eléctricos. Una iniciativa que cambia por completo la imagen de las estaciones de servicio y que adelanta el futuro.
La gasolinera está ubicada en Fullham, Londres y en ella se han eliminado de manera completa los surtidores de combustible tradicional. Todos se han sustituido por cargadores de baterías, para que sean los usuarios de vehículos eléctricos e híbridos enchufables puedan cargar sus vehículos.
Pero además, la nueva estación de servicio está pensada para que los usuarios puedan disfrutar de una gran variedad de servicios destinados a hacer que la espera sea más agradable. En esta electrolinera se ha habilitado una cafetería Costa Coffe y una tienda Little Waitrose & Partners.
Nueve puntos de carga
Este hub para la electromovilidad cuenta con nueve puntos de carga ultrarrápidos de 175 kW. Con esta capacidad de carga se puede conseguir alcanzar el 80% de la batería en solo 30 minutos en la mayoría de vehículos.
La energía que alimenta estos cargadores es mixta. Llega desde la red general de suministro eléctrico, pero el 25% se produce gracias a las placas solares que se han instalado en la propia estación de servicio. Eso sí, desde Shell aseguran que la eletricidad es toda de origen renovable, así que es totalmente sostenible.
Además, se han diseñado las instalaciones para que sean eficientes a nivel de uso de energía. Se ha instalado un doble acristalamiento que permite mejorar la climatización de la zona de servicios, tanto en invierno como en verano.
Imaginamos que este movimiento será imitado por otras empresas y pronto se convertirán más estaciones de servicio con estos servicios para la carga de coches eléctricos. Posiblemente, la transición será gradual, porque los coches con motor de combustión no desaparecerán mucho tiempo después de la prohibición de su venta.
De todas maneras, es una tendencia que ha llegado para quedarse y que será cada vez más común en todas las estaciones de servicio.
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