Tarform Luna, la sostenibilidad elevada a la máxima potencia a dos ruedas
Tarform Luna, Racer o Scrambler, es una oda a la sostenibilidad y a la belleza a partir de dos ruedas
Parece que la regla de las tres erres (reducir, reutilizar, reciclar) no solo no pasa de moda sino que, ante una emergencia ambiental como la que vivimos y padecemos, se hace aún más necesaria. Y la motocicleta eléctrica comercializada bajo su configuración como racer y otra como scambler, ambas a partir del modelo Tarform Luna no es una excepción.
En un entorno donde la lucha entre intereses económicos parece enfrentarse al proteccionismo ambiental, soluciones a medio camino entre los legítimos esfuerzos por hacer negocio no solo sean coherentes con el uso de los recursos sino que potencien su mínimo uso tiene en fabricantes como el constructor de motos eléctricas Tarform un ejemplo a seguir.
Por su naturaleza y orientación, la Tarform Luna es todo un ejemplo de que es posible dar una segunda vida a los desechos que la actividad humana genera.
De hecho, el objetivo de Taras Kravtchouk ha sido el de fabricar un vehículo con principios, los de proteger al máximo al planeta antes, durante y tras la vida útil de sus motos.
Esto se consigue, de una parte, tomando los materiales ya desechados en otras actividades humanas, desde pieles de frutas hasta aluminio procedente de envases de todo tipo, hasta la extracción sostenible de fuentes como pueden ser las algas de las que se extraen los pigmentos que dan color a la carrocería.
Así, volviendo a una filosofía comercial no tan lejana en el tiempo en la que primaba la durabilidad de un producto ante la sucesión de uno que lo reemplazara a pesar de ni siquiera haber quedado obsoleto, las tendencias económicas que rigen nuestra sociedad de consumo potencian el consumo de usar y tirar o el de la obsolescencia programada.
Tarform Luna, la belleza astral baja a la tierra
Además de la concepción filosófica y ética de esta motocicleta eléctrica, huelga destacar, porque por sí misma lo hace, la belleza y singularidad de las variantes ofrecidas que se combina a la perfección con una sensualidad de sus curvas y planos que las hace irresistibles.
Como también sus especificaciones. Así, la Tarform Luna cuyo bello nombre esconde una bestia de fagocitar metros de asfalto, acelera en el 0-60 millas por hora, equivalentes a 97 kilómetros a la hora, en 3,8 segundos a partir del motor de 41 kW (55 CV) de potencia que, al no disponer ni de caja de cambios ni de embrague, entrega el par de manera inmediata, contundente y sin saltos, alcanzando más de 150 km/h de velocidad máxima y disponiendo de una autonomía de 200 km, así como una carga de 0 al 80 por ciento de la capacidad de almacenamiento (10 kWh) invirtiendo un total de 50 minutos.
El precio de la Tarform Luna, indistintamente en su edición como Racer o Scambler, parte desde 24.000 dólares, con una reserva, a descontar en el pago de la misma, de 500 $ y las entregas comenzarán desde este mismo año 2021.
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