Tesla investigada por la NHTSA por posibles problemas en la suspensión delantera en más de 115.000 coches
Según una información publicada por Reuters, la NHTSA, el organismo dependiente del Gobierno en los Estados Unidos que forma parte de Departamento de Transporte y tiene como objetivo salvaguardar vidas y prevenir accidentes de tráfico, habría abierto una investigación formal por un posible problema en la suspensión delantera que afectaría a más de 115.000 vehículos Tesla.
Para emprender esta investigación, la NHTSA se ha basado en las más de 40 reclamaciones interpuestas por propietarios de modelos Tesla S y Tesla Model X, que están relacionadas con elementos de la suspensión delantera que podrían terminar causando daños a los neumáticos. Se habla de reclamaciones sobre fallos realizados tanto en maniobras a baja velocidad, principalmente de aparcamiento, como en marcha.
Los problemas de calidad en Tesla
La cosa viene de tiempo atrás, pues ya en febrero de 2017, Tesla reconoció en uno de sus boletines de servicio un defecto de fabricación que podía provocar el desprendimiento de algún elemento en el tren delantero, que haría que el neumático entrase en contacto con los revestimientos de los pasos de rueda.
La noticia del inicio de la investigación por parte de la NHTSA llega apenas un mes después de la llamada a revisión de algunas versiones de los Tesla Model S y Model X fabricados en la factoría de Tesla en Fremont y exportados al mercado chino, debido a defectos en la suspensión tanto delantera como trasera. Y no eran fallos menores. Aunque en Tesla llegaron a achacar el problema «al modo de conducir de sus usuarios», lo cierto es que incluso podría producirse la rotura de un brazo de suspensión al pasar por un bache.
Por otro lado, el pasado 20 de noviembre se presentó una demanda colectiva ante los tribunales en California de nuevo relacionada con problemas en la suspensión de los Model S y Model X.
No es la primera vez que la NHTSA investiga a Tesla por fallos en sus coches. El pasado verano se hizo lo propio con relación a un fallo en las pantallas táctiles de los Model S y Model X fabricados entre 2012 y 2018, además de un problema con el sistema de refrigeración de la batería de las primeras series del Model S.
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