Un Tesla Model 3 choca contra un coche de Policía
De nuevo, el controvertido asistente a la conducción de Tesla, el Autopilot, es protagonista de un accidente de tráfico
El accidente tuvo lugar durante las primeras horas de la noche del sábado 7 de diciembre, hora local, entre un Tesla Model 3 y un coche de la Policía Estatal de Norwalk, Connecticut, Estados Unidos, cuando el vehículo en modo de asistencia a la conducción, Autopilot, estaba activo chocó de manera irremediable contra el vehículo de los agentes.
Según la información facilitada por la policía, el automóvil de los agentes del estado se encontraba estacionado en la calzada, asistiendo a un tercer vehículo, un vehículo de la marca Jeep en situación de emergencia por fallo mecánico, detenido en plena calzada esperando a la llegada de un vehículo que realizara su remolque y que comprometía tanto la seguridad propia como la de quienes transitaban por la vía Interestatal 95, por lo que la patrulla estableció la pertinente señalización situándose detrás el todocamino.
El coche policial que mostraba las pertinentes luces de emergencia encendidas sufrió el choque del Tesla Model 3 que impactó contra la parte posterior del automóvil de la Policía Estatal.
Por suerte para los afectados, los patrulleros se encontraban fuera del propio coche, lo cual evitó que estos sufrieran daños. No así los dos vehículos implicados en el accidente que han quedado seriamente dañados como muestran las imágenes.
Según la publicación de la misma Policía Estatal de Norwalk realizada en su perfil de Facebook, el conductor del Tesla Model 3 siniestrado contra el coche patrulla reconoció que su vehículo circulaba con el modo Autopilot activado y que, aún más grave, es que, en el instante de la colisión, no supervisaba ni lo que sucedía en la calzada ni tampoco realizaba tareas de conducción ya que se encontraba comprobando el estado de su mascota, un perro, que viajaba en la fila de asientos posteriores de su vehículo.
El largo camino hacia la conducción autónoma
La confianza en los asistentes a la conducción y el desconocimiento de su funcionamiento o de sus limitaciones como ayudas y no como sustitutos de la conducción manual, ha puesto de manifiesto, una vez más, no solo los vehículos de Tesla sino que los coches con sus sistemas de ayuda a la conducción son, como se advierten en sus descripciones, incapaces de suplir la actividad humana, como también lo así se establece en los niveles de conducción autónoma de menor grado pero que son las personas las que delegan, de manera irresponsable, en los sistemas automatizados en ciertos momentos.
Fotografías: Connecticut State Police
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