Tesla quiere que la nueva Giga Texas sea inmune a los apagones
Como alternativa a la poco fiable red eléctrica de Texas, Tesla va a instalar un Megapack en su nueva planta situada en este estado
La producción ya se ha iniciado en la Gigafábrica de Texas, antes incluso del gran evento de inauguración que la compañía celebrará esta próxima semana. De la línea de ensamblaje ya están saliendo algunos vehículos y, todo ello, a pesar de que en el interior de la planta aún se está trabajando para dar los últimos retoques.
Los operarios de Tesla tienen también trabajo pendiente en la azotea de la planta. La compañía quiere instalar allí un buen número de paneles solares que proporcinarán parte de la energía que la planta necesita. Algunos informes señalan además que estos paneles se instalarán de forma que se pueda leer la palabra «Tesla» a vista de pájaro.
Pero lo que Tesla pretende con esta instalación no es únicamente disponer de energía renovable para atender el consumo energético de la planta, sino hacer también que ésta sea autónoma en caso de un fallo en el suministro eléctrico.
A grandes males grandes remedios
No es ningún secreto que la red eléctrica en el estado de Texas no destaca precisamente por su fiabilidad. Las olas de frío de estos últimos inviernos han provocado la caída del sistema, dejando sin electricidad a miles de abonados durante días. Pues bien, Tesla no quiere que si esta situación se repite, esto pueda afectar a la producción de la planta.
Para evitarlo, la compañía planea instalar un Megapack capaz de almacenar la energía suficiente para poder salir airosa de un posible corte en el suministro eléctrico que se prolongue durante varios días. Una solicitud realizada a las autoridades de la ciudad de Austin ha revelado este plan, aunque lamentablemente en la documentación aportada no se hace referencia a la capacidad de almacenamiento total que tendrá este Megapack.
En cualquier caso, la instalación no parece que vaya a ser menor, ya que la zona dedicada al equipamiento requerido por este megapack tendrá una extensión de más de 200 mil metros cuadrados. La compañía dispondrá así de un «escudo de protección» ante la poco fiable red eléctrica tejana.
Tesla ha logrado además recientemente la aprobación necesaria para convertirse en distribuidor de energía en el estado de Texas, lo que en un futuro puede incluso llegar a suponer una fuente de ingresos adicional para la compañía.
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